El Maestro Rubén Rocha, fue categórico al señalar que las personas que integren su administración deberán ser honestos, priorizando ese valor a la capacidad para el puesto.
Algunos opinarán que deberá ser a la inversa; sin embargo, integrar un gobierno con personas honestas, es el mejor mensaje que el Gobernador electo manda a la sociedad sinaloense.
Si partimos de la definición gramatical, que: “La honestidad es un valor moral fundamental para entablar relaciones interpersonales basadas en la confianza, la sinceridad y el respeto mutuo”, la sociedad aplaudiría esa medida porque desde siempre debió prevalecer en la función gubernamental.
Hemos dicho, que muchos patrimonios se han construido y enriquecido al amparo de la actividad política y de los puestos que se han ocupado en el gobierno. Se han creado órganos de fiscalización para evitar el dispendio presupuestal, pero de nada ha servido. El desvío de recursos públicos para provecho personal se sigue dando a la vista de todos y no hay castigo para nadie.
Se creo además un sistema anticorrupción que debe ser motivo de revisión. Le cuesta al Estado y no se ve que la corrupción disminuya. ¿Órganos ciudadanos autónomos con facultades suficientes para que realicen funciones de contraloría sería una solución?
Si bien, el mensaje del Maestro Rocha es alentador, también se recomienda que la capacidad del funcionario se valore para el ejercicio de la función gubernamental. Sin desconocer que en el recorrido laboral se irá adquiriendo el conocimiento y la habilidad para desempeñar el puesto.
¿Que serán morenos, los que cubran las diversas posiciones de gobierno? El compromiso político, es un imperativo para la tranquilidad del colectivo participante que colaboró en la obtención del triunfo en la elección. También se deberá considerar que en el proceso electoral intervinieron ideologías afines que deberán considerarse para la estructura funcional de la administración.
Lo cierto, es que la sociedad espera con ansias tener funcionarios con sensibilidad social, que escuchen a la gente y en lo posible resuelvan sus problemas. Es la forma que el funcionario se ganará el respeto y el reconocimiento de la comunidad.
¿Habrá investigación de funcionarios que dejarán el cargo y que haya sospecha de malversación de fondos públicos? Sin duda que deberá llevarse a cabo sin que sea la labor esencial del nuevo gobierno. No sería sano iniciar un gobierno de persecución o revanchista, pero sí, un gobierno que castigue la corrupción.
Tomó una decisión acertada al nombrar en comunicación social a una distinguida ciudadana que se ha destacado en todo momento en su desempeño profesional. Habla bien de su preocupación al nombrar a Adriana Ochoa del Toro.
Procuración de justicia y seguridad pública, seguirán siendo las áreas que serán motivo de mucho análisis para que se tomen las mejores decisiones y que socialmente cumplan con las expectativas de reivindicar esas áreas.
Perfiles civiles en seguridad pública sería la mejor opción. El soldado que se convierta en un aliado para orientar y coadyuvar en los fines de la paz y la tranquilidad públicas.
¿Usted qué opina?
