FUERZAS ARMADAS MEXICANAS EMPRESARIAS


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La seguridad nacional quedó arrodillada ante la delincuencia organizada trasnacional porque los soldados andan aprendiendo como administrar las empresas del gobierno.

Aeropuertos, ferrocarriles, aduanas, líneas de aviación, son las nuevas actividades de los uniformados castrenses y se olvidaron de la seguridad nacional exponiendo a las instituciones del gobierno a ser infiltradas por la delincuencia trasnacional. A decir verdad, el gobierno está muy corrompido con la infiltración en todas sus áreas por la delincuencia organizada. La estrategia de abrazos y no balazos ha sido un fracaso para la recuperación de la paz y la tranquilidad ciudadanas.

El Presidente entregó el País a la delincuencia misma que ha hecho de las suyas con el incremento de homicidios y desaparición forzada de personas.

El tráfico de drogas y de personas se ha convertido en el mejor de los negocios porque no hay policía que intervenga para evitar que la red delincuencial destruya un tejido social que no tiene la fuerza para poder resistir esos embates criminales.

Los partidlos políticos y las organizaciones sociales y empresariales no han demostrado la fuerza que dicen tener para impedir esos males sociales se vuelvan irreversibles y dañen lo mejor de nosotros. Nuestras familias. El Presidente ha dicho que encontró un desastre de País cuando asumió el gobierno de la República y que por ese motivo se decidió utilizar a las fuerzas armadas para poner orden y desterrar la corrupción.

El problema que al soldado lo convirtieron por esa determinación presidencial en albañiles, cargadores, administradores de aeropuertos y aduanas, pero el País quedó al garete. Desapareció la Policía Federal y creo la Guardia Nacional contra toda ilegalidad porque esa institución policial nace militar y no civil.

La amenaza de la delincuencia organizada contra las instituciones del gobierno está a la vista. Muertes en todo el territorio nacional sin que en las mañaneras del Presidente se reconozca la gravedad de la situación.

Esa tribuna pública publicitaria es el medio para promover la continuación del gobierno y que el País se siga desmoronando.La soberanía nacional hoy más que nunca está en riesgo. Las fuerzas armadas cuya misión es protegerla se encuentra haciendo negocios y la delincuencia cometiendo delitos. La precaria preparación del soldado vuelve vulnerable a las instituciones nacionales.

Falta a la verdad el Presidente cuando dice que al asumir el gobierno el País era un desastre. Si así hubiese sido, en estos momentos estarían presos todos aquellos que promovieron la corrupción y vivieron de ella. Por eso debemos preguntarnos ¿será más corrupto el que lo hizo mientras gobernó o quien no ha hecho nada para castigar esos desvíos a las finanzas nacionales?

Esas afirmaciones del Presidente no es otra cosa que justificar su incapacidad para gobernar y promover el desmoronamiento del País. Morena, se ha dicho, no es la esperanza de México ha sido el motor que descarrila la Nación.

Las fuerzas armadas, dice el Presidente, no son corruptas. Pero se ha dejado al descubierto la ostentosa forma de vivir de altos mandos militares.

Viajes de placer al extranjero con todo y sus familias y con cargo al erario nacional, así como la compra de lujosos departamentos en zonas exclusivas de la Ciudad México es para sospechar que no se hace con el modesto salario que percibe un funcionario de ese nivel o ¿se justifican por causas de seguridad nacional? ¿Es la corrupción a la que se refirió el Presiente?

Sin policía y soldados para el combate a la inseguridad, hay rezarle al todopoderoso para que nos venga a cuidar de una delincuencia que cada vez se vuelve más violenta y agresiva. Se tienen que recomponer los rumbos en este proceso electoral.

Morena es y ha sido un desastre nacional. El País requiere retomar su rumbo y ese solo la Alianza por Amor a México se lo puede restituir. Subsidiar el voto con el programa de apoyo a los adultos mayores no es la es la solución a los problemas del País.

Convenzan a esa población que lo que se recibe es el producto de nuestros impuestos y no dinero de la bolsa de López Obrador.

Que esa estafa política no siga destruyendo nuestras aspiraciones y nuestros sueños. Votemos por un Sinaloa en paz y un Estado en el que nuestros sueños se hagan realidad. Por nuestras familias, por la cultura y por la educación.

La UAS no se toca, la autonomía universitaria se respeta.
¿Usted qué opina?


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