Los hechos lo acusan. Debería renunciar. En su caso, el Senado lo debe destituir. El Presidente, no pedirá su remoción.
Jueves 31 de marzo de 2022.
Grave crisis de confiabilidad la que ha propiciado el juicio resuelto por la Suprema Corte de Justicia de la Nación en el que se involucran familiares políticos de Alejandro Gertz Manero. Alejandra Cuevas y Laura Morán, las víctimas del Fiscal.
Es cierto que el Fiscal, no estaba en funciones cuando se inició la investigación, pero al asumir el cargo, se fue con todo, presionó y obtuvo lo que quiso en la fiscalía de la Ciudad de México y con los jueces.
Se dictó condena por homicidio doloso contra Alejandra Cuevas y se dictó orden de captura contra Laura Morán.
El asunto fue tratado con rudeza. Un fiscal propuso el no ejercicio de la acción penal por no haber elementos para ejercer la acción penal. Lo destituyeron y le abrieron carpeta de investigación.
El Fiscal General, estaba apoyado por una incondicional morenista, Ernestina Godoy la Fiscal de la Ciudad de México.
El asunto llegó al poder judicial capitalino, pero eso no impidió que la Juez responsable de instruir el proceso penal en contra de las involucradas en esos hechos, dictara sentencia condenando a la señora Alejandra Cuevas y librando orden de aprehensión contra Laura Morán.
Las impugnaciones de la defensa hicieron que el hecho llegara a la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Este alto Tribunal de la Nación, ordenó radicar el asunto y se turnó al Ministro Pérez Dayán.
La red de complicidades del Fiscal, llegó hasta la oficina del Ministro. El proyecto de sentencia para decidir el caso Cuevas y Morán. Se filtró y llegó a las manos del Fiscal.
El Escándalo se soltó. Los medios de comunicación dieron cuenta de las llamadas del Fiscal con un subordinado suyo en el que despotricó contra el proyecto de sentencia que no acataba lo que él quería.
Acusó que había sido objeto de espionaje, que fue invadida su comunicación privada y habría que castigar al culpable.
El Presidente de la República se indignó por ese hecho. No censuró a su amigo Gertz Manero. Lo defendió abiertamente en sus mañaneras y cuestionó a los autores de la filtración de la conversación que comprometía al Fiscal general.
El Presidente no hizo nada. La sociedad está impactada por lo que está ocurriendo. El Fiscal debería ser destituido.
La institución del ministerio público pierde confianza y confronta principios rectores que debió cumplir Gertz Manero, y que impone el artículo 214 del Código Nacional de Procedimientos penales.
Legalidad, objetividad, eficiencia, profesionalismo, honradez, lealtad y respeto a los derechos humanos reconocidos en la Constitución y en los Tratados. Los olvidó, no es excusa, por la ansiedad persecutoria desde su alta posición contra dos mujeres indefensas.
Es un imperativo por el bien de la Nación, que el Presidente de la República pida la remoción de dicho funcionario, al Senado de la República, es una facultad que le concede la fracción XIII, del artículo 76 y 102, apartado “A”, fracción IV de la Constitución Federal.
Un acto de justicia republicana de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Estamos en espera de la remoción del Fiscal de la República. Ofendió la legalidad, incumplió su misión de imparcialidad como servidor público y agravió la confianza de los mexicanos.
¿Usted qué opina?
