Sinaloa 1878-1977.
DICIEMBRE 20 DE 2023.
Acabo de regresar de un viaje al Sinaloa de 1878. Vi un Sinaloa descalzo y con calzón de manta, de tortilla y café con piloncillo; de calles donde el farol escurre un débil charco de luz; de poblados sin escuelas; de oficinas con olor a chinacate y a papel mojado.Vi la convalecencia de un pueblo que con piernas flojas, se alejaba apenas de la guerra civil y de la intervención extranjera. Vi en ese año de 1878, como Sinaloa estaba con el ánimo cicatero sus centavitos: éstos para el escribiente, éstos para el gendarme y éstos más para los jueces y secretarios.
(diez diputados, a 5 pesos diarios cada uno; un gobernador a 11 pesos por día, el prefecto de Culiacán, 5 pesos; cada magistrado, 6 pesos con 66 centavos; 1 juez letrado para lo civil y lo criminal, 4 pesos con 21 centavos; 1 tesorero general del Estado, 6 pesos con 10 centavos; el jefe de la policía de Culiacán, 1 peso diario; cada gendarme, 37 centavos; el Rector del Colegio “Rosales”, 2 pesos 50 centavos; cada maestro de escuela primaria, 66 centavos por día).
Vi un Estado que nomás “estaba”. Que estaba a la espera de poder llegar al día siguiente, para reiniciar con el alba su vida gris, tristona, presabida. Su vida de manta, farol, cachimba, tendajón, recua y papel sellado.
Este viaje hacia el pasado del cual recién retorno, lo hice a través de las cifras de la Ley de Egresos para 1878, siendo gobernador mi General Cañedo.
Que radical diferencia económica y social con el Sinaloa de hoy. Económica y social. Porque en lo político, nos quedamos varados en el año de mil ochocientos 78 al contado.
Agosto 7 de 1977.