En política dicen que todo se vale, pero tiene que haber prudencia y civilidad entre contendientes.
Jueves 13 de mayo de 2021.
Veintitrés días para la elección esperada. Candidatos sin definir. Siguen las diferencias. Continúan las denuncias. Se desgastan y el votante desespera. Que no se abandonen las propuestas, la seguridad y el progreso del Estado no lo pueden desplazar poses exhibicionistas y culpándose hasta de la sombra mal dibujada.
En política dicen que todo se vale, pero tiene que haber prudencia y civilidad entre contendientes. La guerra, en sus inicios, atrapaba botines y ganaba esclavos. También ahora es demostración de poder y dominio sobre los demás.
Bienvenida la guerra entre los candidatos, pero la guerra de las ideas y las propuestas. Dejen que el ciudadano los califique y atrapen su atención. Conquístenlo con su oferta para mejorar el Estado, desterrar la inseguridad y proscribir la corrupción.
Prometan al votante que lucharán por que se expida una ley que regule a los partidos políticos, eliminar el financiamiento público a partidos y que se aprueben sistemas de control para el financiamiento privado. Basta de financiar nuestra democracia. Es cara, empobrece y fomenta la corrupción.
Pronúnciense por un Estado más sensible. Que se escuche a la madre, al familiar dolido que grita y demanda solución para que aparezca el hijo, el hermano, el esposo, que fueron levantados y no aparecen. ¿Será sano prometer que una vez que arriben al poder serán atendidos y buscarán solución a sus demandas?
¿Como candidatos, tendrán límites para pronunciarse para que la autoridad atienda y le dé seguimiento a sus demandas?
¿No les parece aberrante que los familiares de los desaparecidos se organicen y realicen las investigaciones que debe llevar a cabo la autoridad encargada de investigar el delito?
No he visto que un candidato hable y exija que los responsables de la investigación criminal atiendan y resuelvan una demanda muy sentida pero que se hace vieja y no le aportan solución. El primero de noviembre está muy lejos, el familiar que exige está esperando y lo más grave, no recibe su atención.
La desaparición forzada de personas es un problema que preocupa al ciudadano. En los hechos hay una mezcla de autoridad y maleante. El problema es espinoso y tendrá que combatirse, pero la autoridad elije al menos eficiente.
¿Se creo una fiscalía especial, pero dónde está, usted sabe de ella? El familiar exige en la oficina del fiscal, no hay respuestas, pero tampoco en la fiscalía especial. Las rastreadoras (no quisiera usar ese nombre porque es indignante), son familiares dolidos, son personas que buscan a otras que las han desaparecido.
Quieren castigo al culpable, difícilmente lo hallarán, pero cuando menos que los encuentren para saber donde están y llevarlos a enterrar. Gobernante indiferente al dolor del familiar, es lo que hemos visto en la administración estatal.
Registren en su agenda señores candidatos, demandar la solución a un problema estoy cierto llevará tranquilidad familiar. Los problemas son muchos señores aspirantes, la inseguridad no es cualquier cosa, se requiere mucho más. ¿Usted qué opina?