Encuentro en diversas versiones periodísticas opiniones parcializadas contra un personaje de actualidad en la política sinaloense como es Héctor Melesio Cuén Ojeda.
Jueves 18 de agosto de 2022.
Fundador del Partido Sinaloense hace poco más de diez años, una opción política de participación ciudadana ante el descredito en que han caído los partidos políticos nacionales para atender las demandas ciudadanas.
Corrupción y complicidades con el poder político en el gobierno, ha ocasionado el fastidio ciudadano y optado por nuevas alternativas en partidos políticos nacionales como Morena, que con su eslogan “la esperanza de México” ha resultado todo un fracaso.
Creí como muchos que la perorata política sembrada a través de un discurso prometedor de combate a la corrupción, poco después, causaría la decepción en muchos de los votantes que llevó a la Presidencia de la República al candidato de Morena, desilusión que prevalece hasta la fecha.
El Partido Sinaloense, no fue una ocurrencia de Cuén Ojeda, fue una idea puesta sobre el escritorio de sus seguidores y convencidos de impulsar un nuevo proyecto político, lo aceptaron y lo han arrastrado con éxito hasta la fecha. Ha crecido en su militancia y cuenta con simpatizantes que serán parte del mismo partido en poco tiempo.
No nace por el oportunismo de Cuén Ojeda, fue producto de las circunstancias políticas prevalecientes en el escenario político nacional en los que algunos de los partidos tradicionales dejaron de ser opción mayoritaria en las expectativas ciudadanas.
El trabajo continuo y el proselitismo de Cuén Ojeda ha sido de convencimiento al simpatizante para convertirlo en militante, no ha sido fácil pero muy alentador por los resultados que se ven y se tienen en todo el Estado.
Columnistas, caricaturistas y reporteros tildan a Cuén Ojeda de diversas formas. La libertad de expresión los respalda, pero no debe perderse la objetividad y la veracidad. Que Cuén Ojeda ha transitado en su recorrido político aliándose con partidos políticos diferentes, tiene que vérsele no como un oportunista, sino como la oportunidad para crecer políticamente porque es un partido de registro local y para entrar al ruedo de contiendas electorales nacionales tiene que aliarse con partidos políticos nacionales.
La visión política de Cuén Ojeda tiene que llevarlo a comprometerse con el partido político nacional que le represente mayor rentabilidad política para crecer como partido político local. Criticarlo como oportunista no sería lo más acertado, pero habría que analizar esa afirmación como parte de un interés parcializado producto de intereses contrarios a los que persigue Cuén Ojeda. Es un aspecto toral que debe tener presente el profesional del periodismo.
Es curioso también que, en la crítica política contra Cuén Ojeda, en muchas de las notas y opiniones de columnistas, se reproducen los cuestionamientos que surgen desde las tribunas del gobierno, quizá sea el producto de la amistad entre quien lo escribe y el propio Ejecutivo.
Lo que se dice de Cuén Ojeda y el PAS, son puras conjeturas, porque así se lee de las versiones que se difunden a través de los medios masivos de comunicación. Apoyarse en hipótesis, no es decir la verdad, es atribuirle hechos a una persona que no son prueba de su veracidad.
Las opiniones que se realicen en contra de cualquier político deben centrarse en la objetividad, o sea que deben apegarse a la realidad tal y como debe ser. El enojo que ha causado el crecimiento político de Cuén Ojeda, molesta en algunas esferas del poder político y de alguna forma recurren a la diatriba para detener ese crecimiento político.
El crítico de Cuén Ojeda debe partir de realidades y no de suposiciones. Que el PAS es por la UAS, es el producto de mentes enfermizas que por atacar al líder moral del PAS que importa, dirían ellos, dañar la imagen del águila que distingue la casona que ha sido y es la cuna de universitarios ilustres formados en ella y que le han dado brillo al Estado y a la educación pública nacional.
Que el compromiso con el poder gubernamental, no los haga perder esa veracidad que debe distinguir al profesional del periodismo. La UAS es una Institución que tiene un Rector que la defiende y muy comprometido con la sociedad sinaloense. Afirmar que el PAS recibe financiamiento de esa Institución, es canallesco y malvado.
¿Usted qué opina?