No encuentro ninguna justificación a esa necedad enfermiza de atacar a una persona que no se puede defender y tratar de imponer a la UAS una reforma ilegal.
Noviembre 13 de 2024.
El crimen del Mtro. Cuén Ojeda todavía no se resuelve y existen por ahí muchísimas dudas, no solo saber la forma de cómo lo asesinaron, por qué lo hicieron y quién o quienes ordenaron ese delito.Sacan por ahí en redes sociales que el Mtro. Héctor Melesio Cuén Ojeda no tenía por qué haber utilizado el grado académico de maestro en ciencias (M.C.). Vivió casi setenta años, estudió en la Facultad de Ciencias Químico-Biológicas, de la Universidad Autónoma de Sinaloa, de la que también fue Director, y después nombró Rector de la propia Institución.
Sigue la campaña sucia en denostarlo cuando le es imposible regresar y defenderse contra esos detractores que los tuvo también en vida y que ahora se atreven atacarlo aún en su muerte. Da la impresión, que a esos atacantes les exigen que intensifiquen sus ataques contra la Universidad Autónoma de Sinaloa y sus dirigentes como cortina de humo a la desastrosa administración que gobierna ante esta ola de violencia desencadenada por su culpa. En esos ataques, los obligan a lanzarlos a la persona de Cuén Ojeda.
Les exigen mantener vivo el conflicto contra las autoridades uaseñas, porque lo consideran la causa que oscurece a un gobierno autoritario y revanchista. Un gobierno que naufraga de manera peligrosa porque perdió los remos y propela, una embarcación al garete sin que nadie se vea que la rescate.El homicidio del Mtro. Cuén Ojeda todavía produce calambres en algunas áreas del gobierno porque saben que en cualquier momento se puede romper el hilo que detiene las investigaciones federales. El peso de la presión social para que se esclarezca el crimen tiene a varios sin aliento.
Tampoco pueden ocultar los nervios que les produce la violencia desatada por una traición cometida el veinticinco de julio pasado. Ese hecho no los deja en paz. Actúan desesperadamente, toman decisiones alocadas, quieren mantener la distracción social y recurren a la manipulación de grupos de supuestos estudiantes de la UAS, promoviendo amparos y engañando a jueces d distrito ocultándole información para obtener suspensiones que se les pueden revertir.
Procesos penales, revanchismo y persecución política contra directivos de la UAS, causan lástima por la pobre exhibición que los delata. La mancha de la sospecha de una traición y de un homicidio no se la podrán borrar. Que decepción que utilicen su tiempo para denostar por ese insano rencor que no los deja en paz.
Preocúpense por apoyar a su Gobernador. No le cuelguen más problemas porque ya son muchos los que arrastra. La Fiscalía estatal de por si ya se encuentra en la mira de la Fiscalía General de la República, y ahora le abonan más problemas al Gobernador con otro escándalo nacional.
Corrupción y violencia, les cobrará facturas. Los homicidios y la inseguridad se disparan y la gente no oculta su temor. Sienten pavor en el gobierno porque la estadística criminal no la pueden detener. Mayos y Chapos, atacan apoyos claves. ¿Llegarán también hasta el gobierno?
Mucho fuego les está quemando y aun así la necedad persiste. Seguir manteniendo vivo ese fuego, los puede achicharrar. La Universidad Autónoma de Sinaloa, tiene defensa y liderazgo firme. Podrán obstaculizar, con el uso abusivo del poder, que el Dr. Jesús Madueña Molina regrese al cargo rectoral, pero no podrán evitar ese liderazgo natural que ejerce Madueña Molina en la comunidad universitaria Rosalina. Dejen en paz a la UAS.
La UAS no se toca, la autonomía universitaria se respeta.