Quizá el debate esperado entre los diversos candidatos a la gubernatura del Estado pudo haber despertado mejores expectativas en el electorado sinaloense para preparar su voto el próximo día 06 de junio. El resultado decepcionó.
Viernes 23 de abril de 2021.
Un debate exige propuestas claras del gobierno que encabezarían los aspirantes de llegar al poder. Seguridad y firmeza en lo que haría y como lo haría. Su misión era convencer al votante indeciso el que todavía no decide si votará o no.
Los aspirantes, perdieron una buena oportunidad para exponer sus mejores argumentos y su posible plan de trabajo. En este primer encuentro se cumplió lo que mucho se decía, ataca y demuestra que eres el mejor.
Ataque y defensa se cumplió al pie de la letra. Debatir se conoce como la discusión en la que dos o más personas opinan acerca de uno o varios temas y en la que cada uno expone sus ideas y defiende sus opiniones e intereses. En este debate, la propuesta fue escaza y la defensa abundante.
Fue clara la posición de algunos. Atacar al candidato que adelanta en las preferencias de opinión. La consigna fue denostar para ganar en lugar de proponer para convencer.
Sin embargo, todos quieren lo mejor para Sinaloa. Destaca en el conjunto, la expresión dicha por la aspirante de Fuerza por México, que mientras otros se peleaban ella proponía. una mujer de lucha, una mujer con discurso dio a conocer sus propuestas y su participación sin violencia. Su exposición gustó y se comentó.
Como ciudadano, habrá que reconocer también las fortalezas de algunos aspirantes, se les observó con mucha atención, aun en la beligerancia dejaron ver carácter y coherencia en su argumento. La propuesta fue escaza y la ansiedad de golpes figuraba en sus rostros.
La democracia impone libertad para participar, para opinar y para decidir lo mejor para el Estado y el País. Esos principios exigen respeto entre debatientes, porque el debate no es destruir con la ofensa al contrincante.
La libertad en una democracia es un valor que permite conocernos y tratarnos entre iguales, es armonizar nuestros ideales y enriquecer a nuestra sociedad con paz y bienestar. La beligerancia empobrece y deja secuelas. El ataque fragmenta, dificulta conciliar intereses y detiene el progreso. Las alianzas de partidos, aun cuando no las
comparta, producen equilibrios en la participación política, parece que se dan colisiones ideológicas entre militantes de unos y otros, pero hay que verlo como ideas hermanadas para convertirlas en propuesta ciudadana.
Las alianzas, no es fomentar la corrupción, es disfrutar los privilegios de la libertad democrática. Es la defensa de la fuerza de las ideas y el mejor destino para nuestra nación. En efecto, las personas son el foco de atención. Que sean ellas las que se ganen la simpatía y la confianza en la elección.
El escenario de ayer no fue el esperado por todos. Lo cierto es que este primer debate no ayuda a definir ganadores. Solo deja opiniones para distinguir quien de los participantes tuvo el mejor argumento para atacar. La democracia enseña y permite privilegiar libertades.
Valoramos en algunos aspirantes como dignos contendientes, en otros no tanto. La mayoría deslució en la tribuna, no supieron aprovechar la oportunidad concedida.
Vendrá un segundo encuentro, ojalá y los filos del discurso se hayan esmerilado. Convenzan con propuestas y no provoquen mayores vacilaciones al indeciso.
El voto es valioso, el plazo se acorta para obtenerlo. Que las urnas se llenen con el voto ciudadano y que sea lo mejor para Sinaloa.
2021, votemos por un gobierno de mayoría efectiva y no por un gobierno de mayoría en las minorías.
