El zoológico de Guadalajara tiene como uno de sus principales atractivos a cuatro cachorros de tigre de bengala, dos machos y dos hembras
Cuatro cachorros de tigre de bengala, una especie en peligro de extinción, son el atractivo principal del zoológico de Guadalajara, que los resguarda tras su nacimiento hace tres meses.
Con el colorido de su pelaje, los cuatro tigrillos, dos machos y dos hembras, son un espectáculo para los visitantes del zoológico, quienes ríen y se enternecen con sus movimientos torpes, los juegos entre ellos y la relación con su mamá, Chitara, que los protege en todo momento.
Nadya Herrán, veterinaria especialista y cuidadora de los tigres, explicó a Efe que los cachorros pesan ahora 12 kilos y nacieron en julio pasado producto del cortejo natural de sus papás y mediante un alumbramiento nocturno.
Una vez que vemos aproximarse el parto, dejamos a la tigresa en un dormitorio especial para que se sienta cómoda y tranquila para parir, nacieron de noche, no nos tocó ver el parto. Ella es primeriza y ha mostrado un instinto maternal excelente, todo el tiempo está al pendiente de ellos, los lame, los cuida y los amamanta”, reveló.
El tigre de bengala es una subespecie en peligro de extinción debido a la cacería y a la competencia cada vez más feroz para mantenerse en su hábitat que principalmente son los bosques templados de Asia.
Durante el primer mes la mamá y los cachorros permanecen en el dormitorio para que los pequeños estén protegidos mientras los amamanta y, conforme van creciendo, estos se despegan cada vez más de ella y comienzan a juguetear y explorar el lugar donde viven.
La especialista explicó que los tigrillos están en proceso de dejar la leche de su mamá y a ser alimentados con alimentos sólidos que consisten en albóndigas de carne roja con carne de pollo, además de croquetas especiales para felinos que sirven como suplementos de vitaminas y minerales.
Los cachorros son la primera camada de Chitara y cuando lleguen a la edad adulta, es decir después de que cumplan 20 meses de edad, podrían mudarse a algún otro zoológico para evitar que su papá, un tigre llamado Albert, exija su territorio y les haga daño.
“La historia natural de los tigres es que son solitarios por lo general los adultos machos mantienen un territorio solos y las hembras se mantienen con sus crías a veces hasta los tres años para enseñarlos a cazar, a protegerse y ellos van ganando un territorio propio”, indicó.
Añadió que esta mudanza es posible gracias a que hay acuerdos entre diversos zoológicos para el intercambio de especies para que sigan cumpliendo “su misión como embajadores de especie” y que “inspiren” a niños y adultos para el cuidado del planeta.