Un gobierno que no admite la crítica es arbitrario y autoritario. El desafío es enfrentarlo.
ABRIL 1 DE 2024
El gobierno debe atender las necesidades sociales, con humanismo, y resolverlas de manera gradual, velando que los recursos públicos se destinen a esos fines. Los servicios púbicos no están para pagar a medios de comunicación para manipular la difusión de los
asuntos políticos del gobierno.No se desconoce que parte del presupuesto oficial se destina para fines de publicidad oficial y por tal motivo se celebran los convenios respectivos para la publicidad institucional, pero en ningún caso, con fines políticos para denostar personas o instituciones, como sucede con la Universidad Autónoma de Sinaloa y sus autoridades.
Las diferencias políticas deben resolverse en el terreno político y no escudándose en la agresión política en contra de instituciones y personas que no comulgan con la filosofía política de quien ejerce el poder político en la entidad estatal que se gobierna.
Los asuntos del gobierno no deben personalizarse. Las diferencias deben admitirse de manera respetuosa y apegada a estándares éticos de quienes se involucran en ese tipo de conflictos.
El dialogo y el sano entendimiento es la mejor manera de resolver cualquier tipo de conflictos. Sobre todo, los de contenido político. El gobierno del Estado se niega sistemáticamente a dialogar por aferrarse a un revanchismo político que lo tiene cegado.
Este espacio de opinión ha merecido abundantes críticas por ciudadanos que se apasionan en la defensa de una corriente política que ahora gobierna y de la que muchos no compartimos. Sin embargo, y aun cuando ocasionalmente se llega a la ofensa personal en la crítica contra quien esto escribe, la respeto. Lo cierto es que me apego a la liberad que concede la Constitución de los mexicanos, para expresar comentarios que reconozcan o cuestionen la forma de gobernar por quien recibió el voto ciudadano para que el poder se ejerza con honestidad y con legalidad.
El voto ciudadano depositado en las urnas el 2021 por el que fue designado gobernadorde los sinaloenses el Mtro. Rubén Rocha Moya, no fue para generar un conflicto entre el gobierno que dirige en contra de la Universidad Autónoma de Sinaloa.
Sinaloa es mucho más para exigirse en generar acciones de gobierno que lleven salud, seguridad, educación y muchas otras para el pueblo que gobierna. Gobernar, no es actuar con odios y revanchismos políticos contra quien ha manifestado estar en desacuerdo en su forma de gobernar. Enójese con los maleantes que tienen atemorizada a la sociedad, vigile que se combata la impunidad y destierre de Sinaloa la carta de naturalización para delinquir.
No es desconocido para nadie que la inconformidad social está a la vista. Que el pueblo está fastidiado en leer y escuchar abundantes notas diariamente en los periódicos de circulación estatal y en la radio aludiendo al conflicto del gobierno del Estado contra la
Universidad Autónoma de Sinaloa y sus autoridades.
Tampoco es desconocido para la sociedad que la derrota jurídica del gobierno estatal en ese conflicto es cada vez más notoria por las diversas sentencias que se han pronunciados por jueces de distrito en favor la UAS y de sus autoridades.
¿Qué le pasa al gobierno de Rubén Rocha Moya? La lucha jurídica se inclina favorablemente a la defensa universitaria. La derrota política de igual forma está muy cerca por la proximidad del 02 de junio. Los candidatos morenistas no logran convencer por los antecedentes nada gratos que les rodea, sobre todo el de los candidatos que van al Senado.
Un gobierno que ataca a la UAS como la institución de educación más importante del noroeste del País, debe merecer como respuesta el repudio político por los votantes el día de la elección.
Un gobierno que se ha apoderado del control político de los poderes legislativo y judicial, haciéndolos perder su independencia constitucional y manipular con fines político-revanchistas a la Fiscalía estatal, no puede ratificarse por el pueblo en esta próxima
elección el control del poder legislativo. Ya basta de abuso, autoritarismo e ilegalidad.
La UAS no se toca, la autonomía universitaria se respeta.
¿Usted qué opina?