Dicen los señores del gobierno que las suspensiones provisionales concedidas por tribunales de amparo no protegen a la Universidad Autónoma de Sinaloa.
Viernes 10 de marzo de 2023.
Afirman que la protección solo es para el quejoso destinatario de la misma. Realicen entonces actos de aplicación de la Ley de Educación Superior de Sinaloa y se darán cuenta de la realidad jurídica que rodea a esas suspensiones.
Para distraer la atención a temas de interés estatal, el Gobierno del Estado se ha enfrascado en una lucha mediática contra la Universidad Autónoma de Sinaloa, cuando Sinaloa se está consumiendo en la inseguridad que perjudica gravemente a sus habitantes y lo peor es que no se hace nada para desterrarla. La impunidad crece y adquiere carta de naturalización porque los delincuentes cometen sus delitos, no se les detiene y tampoco se les castiga.
Se recurre al escándalo mediático para decir que la UAS se resiste a ser auditada, que no permite las revisiones a su gasto por la Auditoría Superior del Estado, pero causa extrañeza que quien dice esto es nada menos que la Auditora Ema Guadalupe Félix Rivera, debido quizá a que no quiere tener diferencias con el Diputado Feliciano Castro.
La Auditora sabe bien, porque se le dijo por oficio, que la Constitución Federal en su artículo 79, fracción I, así como la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria y la de Fiscalización Superior de la Federación, establecen la naturaleza de los recursos públicos que recibe la Universidad Autónoma de Sinaloa de los gobiernos federal y estatal, ya que el subsidio que recibe del Gobierno del Estado debe ser auditado por la ASE. Pero como el asunto lo quieren enrarecer y generar opinión contraria a la UAS, el recurso estatal del subsidio que recibe la UAS, también es recurso federal, por eso es que la competencia de revisión presupuestal a la UAS es de la Auditoría Superior de la Federación.
Sabe muy bien la Auditora Emma Rivera que no hay ni habrá negativa a la rendición de cuentas y así se ha confirmado además por la Secretaría de la Función Pública del Gobierno Federal, de que la UAS tiene finanzas ordenadas.
También se ha mediatizado en contra de la UAS, que el adeudo fiscal que le aparece con el Sistema de Administración Tributaria (SAT), no se debe a desvíos de recursos financieros, sino que, ese adeudo millonario, es producto del acuerdo irresponsable pactado en el contrato colectivo de trabajo con el sindicato de la UAS, en el que la Universidad se comprometió a absorber el pago de los impuestos de los trabajadores administrativos.
Ese acuerdo, celebrado entre la UAS y el Sindicato Universitario en 1994, fue en la época en que fungió como Rector el ahora Gobernador del Estado, pero con la desaparición de los estímulos fiscales en esta administración federal, que establecía la ley fiscal, hizo crisis en las finanzas universitarias por el crecimiento de su plantilla laboral de su personal administrativo con las consecuencias que ahora se dan a conocer.
Todos estos hechos y la expedición de la Ley de Educación Superior del Estado de Sinaloa han sido las cápsulas mediáticas para distraer a la sociedad sinaloense de las estrategias fallidas en materia de seguridad y combate a la impunidad y del revanchismo político contra grupos que no se han alineado a las políticas autoritarias del gobierno estatal.
La inconstitucional Ley de Educación Superior en el Estado y la intriga mediática contra la UAS, son actos de provocación dirigidos a producir una desestabilización irresponsable contra una institución de educación superior que lo único que hace es cumplirle a los sinaloenses y a México en la formación de los jóvenes profesionistas del futuro
Parece que la izquierda derrotada hace muchos años vuelve con miras a desestabilizar el País, ahora también van contra la UNAM le quieren modificar los procedimientos de elección de sus autoridades violentando su autonomía. Habrá reacciones que pondrán en riesgo la tranquilidad nacional.
Una tendencia nacional que pretende arraigar un populismo maniqueísta a través de una democracia participativa en las instituciones de educación superior autónomas por ley, que seguro habrá de fracasar. Parece que el oficialismo gobernante quiere desacreditar la educación pública de calidad para sustituirla por abrazos y no balazos ¡Cuidado Pues!
¿Usted qué opina?