Dos temas aparecen como cincelados en la liza cubierta de la mesa donde fueron escritos. El proyecto político de Héctor Melesio Cuén Ojeda y su repentina muerte.
AGOSTO 21 DE 2024
Tenía en su mente bien definida sus aspiraciones. Salir de su pueblo a la ciudad y realizar una carrera profesional. Ciencias Químicas su elección. Se licenció de Químico Farmacéutico y emprendió su desarrollo profesional.
Creció en su profesión, formó sus empresas y siguió proyectando aspiraciones futuras. La política era una inquietud. No se sentía seguro era un ambiente en el que podía confrontar ideas que no fueran parte de su pertenencia y convicciones.
El reto lo asumió, porque era eso, un hombre de retos. Escaló en su lucha por el bienestar común, se esforzó y alcanzó posiciones de representación en el Congreso Local, en el Ayuntamiento de Culiacán y próximamente se estrenaría como Diputado Federal.
Su brillo iluminó su entorno, no solo el familiar sino también el social. Tuvo muchos amigos sin ninguna distinción, buenos y malos, pero nunca comprometió su seguridad personal y tampoco la familiar. Su don de gentes era proclive a ser buscado y solicitar su ayuda y colaboración. Sus laboratorios prestaron siempre un servicio social solidario con los que menos tenían. La expresión serena y la mano tendida fue un gesto común en su andar todos los días. El lucro no fue su ambición.
Fue fiel a su salud personal, participó en innumerables maratones, locales, nacionales y también internacionales, en muchos alcanzó honrosos lugares, pero sobre todo la satisfacción de haber participado.
Me brindó su amistad, me respetó como su subordinado en la Universidad Autónoma de Sinaloa, atendió algunas recomendaciones, pero también objetó algunas orientaciones. Era práctico y de soluciones sobre la marcha.
Creyó en el proyecto político de los que ahora gobiernan, pero lamentablemente se equivocó. Les dio todo su apoyo y a cambio se le pagó con traición. El plan gubernamental se había puesto en marcha una vez que se vio que entraba en el circulo donde no lo podían soportar.
Salió de la estructura de gobierno no porque no supiera trabajar, en poco tiempo demostró como se podía trabajar en el gobierno, dignificar la función y que la sociedad recibiera un servicio de calidad. Las intrigas surgieron y la oscuridad tenía que llegar.
Sale del gobierno y se trama el ataque a la Universidad Autónoma de Sinaloa. Querían apoderarse de la UAS para desde ahí darle trabajo a muchos incondicionales que llevarían a la destrucción a la mejor Universidad de los sinaloenses. Un proyecto político que no les funcionó.
Lo atacaron perversamente. Lo exhibieron en muchas ocasiones desde la tribuna semanera de corrupto y de ejercer el control político absoluto de la Universidad Autónoma de Sinaloa. Y es ahí donde aparece la historia muy comentada del conflicto Estado-UAS, que nada bueno le ha abonado al quehacer político del gobierno.
El ataque fue contra el Mtro. Cuén Ojeda, se lanzaron contra su proyecto político porque dentro de sus planes estaba la de ser Gobernador de Sinaloa. Sus enemigos políticos se propusieron no correr ningún riesgo y se recurrió al homicidio. Mutilaron ese gran proyecto de un hombre que sabía trabajar, lo atacaron por hacer las cosas bien y aunque les duela a algunos, la UAS es otra desde el rectorado que presidió. Calidad académica y cobertura universal en sus planes y programas de estudio. Un granito de oro en la sociedad sinaloense.
La autoría de la muerte no es difícil saber donde está. Tampoco es difícil saber la causa de la trama que se armó para planear la traición y culminar con la infame muerte del Mtro. Cuén Ojeda, pero eso es un asunto que deberá resolver la Fiscalía General de la República.
Un llamado a respetuoso a los señores de la Coordinación General, impidan el secuestro de la Fiscalía estatal y que el combate a la impunidad sea una realidad. Valoren objetivamente a cada uno de los aspirantes y sabrán la verdad.
La UAS no se toca, la autonomía universitaria se respeta.
¿Usted qué opina?