El presidente Trump había retirado al país en 2018 en protesta por el trato que el órgano daba a Israel
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, proclamó este lunes que su país “ha vuelto” a las Naciones Unidas, horas antes de su intervención en la Asamblea General del organismo, prevista para mañana.
“Estados Unidos ha vuelto. Creemos en las Naciones Unidas y sus valores”, afirmó Biden tras una reunión con el secretario general del organismo, António Guterres.
El secretario de Estado de EE UU, Antony Blinken,
La Administración de Joe Biden ha dado este lunes un paso más en su reapertura al mundo al anunciar el regreso de Estados Unidos al Comité de Derechos Humanos de la ONU, “un canal clave para arrojar luz sobre abusos y violaciones de los derechos humanos allí donde se produzcan”, ha explicado en la red social Twitter Ned Price, portavoz del Departamento de Estado.
Miembro del Consejo de Seguridad del organismo, y por tanto con derecho de veto, la vuelta de EE UU se interpreta como un firme empeño en “liderar los esfuerzos para promover la rendición de cuentas en el mundo”, según esta fuente. El republicano Donald Trump había retirado al país en junio de 2018 en protesta por el trato que el Consejo, con sede en Ginebra, dispensa a Israel. Idéntico argumento al utilizado por el entonces presidente para justificar un año antes la salida de EEUU de la Unesco.
“Reconocemos que el Consejo de Derechos Humanos es un organismo lleno de defectos, necesitado de una reforma en su programa, membresía y prioridades, incluida la atención desproporcionada que dedica a Israel. Pero para remediar sus insuficiencias y asegurarnos de que cumple su misión, Estados Unidos debe sentarse a la mesa y desempeñar en toda su extensión su papel de punta de lanza en la diplomacia [internacional]”, ha explicado en un comunicado Antony Blinken, secretario de Estado. Pero en lugar de redoblar esfuerzos, añade el jefe de la diplomacia estadounidense, “nuestra retirada no hizo nada para promover un cambio significativo, sino que creó un vacío de liderazgo estadounidense [en el mundo], que los países autoritarios han usado a su favor”, explica Blinken, con un explícito guiño tranquilizador a Israel, que teme especialmente el restablecimiento del pacto nuclear con Irán por parte de la nueva Casa Blanca.
El uso efectivo de herramientas multilaterales como la del órgano de la ONU será un importante elemento de la política exterior estadounidense, “centrada en la democracia, los derechos humanos y la igualdad”, recuerda Blinken. “Cuando funciona como es debido, el Consejo señala a los países que presentan el peor balance en derechos humanos y puede ser un foro importante para aquellos que combaten la injusticia y la tiranía”, ha subrayado, además de prometer trabajar para aportar “cambios positivos” en colaboración de los “amigos” de Washington.
El Consejo de Derechos Humanos de la ONU está formado por 47 Estados miembros -algunos de los cuales son denunciados por sus ataques contra los derechos humanos-, elegidos por la Asamblea General de Naciones Unidas. EEUU recuperará ahora su estatus de observador, ha recordado Blinken, sumando esta agencia de la ONU al listado de compromisos multilaterales ya suscrito por Biden, tras la reincorporación, como prometió en la campaña electoral, al Acuerdo del Clima de París y la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El anuncio se produce inmediatamente después de que la Administración de Biden anunciara la semana pasada que retira su apoyo militar a Arabia Saudí en la guerra de Yemen, donde una comisión del Consejo de Derechos Humanos denunció en 2018 la posible comisión de crímenes de guerra por todas las partes implicadas.