No ejercer con autoridad y jerarquía el mando constitucional expone al Presidente a la burla como Jefe de las instituciones nacionales.
Jueves 26 de agosto de 2021.
La guerra mediática que ha asumido con el excandidato presidencial Ricardo Anaya no es un asunto suyo es de las instancias competentes que deban perseguir el delito.
Como ciudadano, permítame decirle Presidente, que la Fiscalía General de la Nación no es una dependencia del Poder Ejecutivo. Tampoco el Titular del mencionado órgano autónomo es subordinado suyo.
No debe exponer la credibilidad de quien investiga el delito federal cuando usted gira ordenes al Fiscal General invadiendo una esfera constitucional que no le corresponde.
Que sus acciones no conduzcan a que se opine que las dependencias de investigación del delito estén siendo utilizadas para perseguir a los enemigos políticos y no a los criminales que dañan la seguridad ciudadana.
No es lo mismo que ordene al Fiscal General que al Titular de la Unidad de Inteligencia Financiera. En la primera existe una barrera constitucional que debe ser respetada, mientras que, en la segunda, es un área de la que usted libremente puede disponer e instruir que se lleven a cabo cuantas investigaciones deban realizarse en el sistema
financiero para prevenir operaciones con recursos de procedencia ilícita.
No exponga al escarnio público su investidura presidencial, hágala respetar. Quien a juicio suyo ha cometido un delito que deba ser investigado, usted tiene funcionarios facultados para formular y presentar las denuncias que procedan. La Consejería Jurídica que depende del Ejecutivo, está constituida precisamente para orientar y ejercer las acciones en su nombre.
Se ve mal usted y hace ver mal a sus funcionarios. Usted no es un simple ciudadano. El voto mayoritario de los mexicanos hizo que usted fuera el Presidente de México y no un camorrista callejero o mediatiquero. Usted es el Jefe del Estado mexicano, ejerza su función.
El pleito con Anaya no le abona ningún beneficio al País. Que se defienda ante la instancia competente. Si quiere o no asistir a la audiencia inicial a la que fue citado por la autoridad judicial, tampoco es asunto suyo Presidente. La ley concede los instrumentos de defensa para quien debe ser sujeto de un procedimiento penal.
No se enrole en asuntos que desgastan la investidura presidencial. Ya tiene muchos problemas en que ocuparse. La pandemia es una de ellas. La salud de los mexicanos está muy dañada y las muertes han sido muchas. El regreso presencial a clases también es un hecho que preocupa a las familias mexicanas. Asuntos que lo debe tener
mortificado y no el pleito con un contendiente político suyo.
Por si no fuera poco lo que tiene, se enfrasca en una discusión sin fundamento con el vicegobernador del Banco de México. No se meta donde no conoce. Realizar operaciones financieras que disminuyan la deuda externa, es un asunto de expertos y de leyes, y no de posturas mediáticas.
El País quiere un Presidente que se interese más con los asuntos que den seguridad y bienestar a los mexicanos. México tiene un potencial para lograrlo. El problema ha sido que no se han trazado las pautas que den rumbo y certidumbre al quehacer nacional, si tenemos a un Presidente metido en esos pleitos callejeros.
La guerra mediática de que se investiga a los corruptos solo escandaliza en el colectivo social. Pero si no hay resultados en los hechos, se corre el riesgo que lo tilden de chantajista y embustero.
¿Usted qué opina?