Aída Martínez López promueve el interés por las ciencias marinas


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El objetivo de incentivar las vocaciones científicas en jóvenes de la entidad.

JUNIO 3 DE 2024

Con el propósito de impulsar el interés por las ciencias marinas en jóvenes estudiantes de bachillerato, la doctora Aída Martínez López —investigadora del Centro Interdisciplinario de Ciencias Marinas, CICIMAR-IPN— impartió la conferencia: Atrapada en la gran maquinaria oculta del océano, el viernes 31 de mayo del presente año, en el Centro de Bachillerato Tecnológico Industrial y de Servicios (CBTIS) No. 51 de Mazatlán.

La actividad formó parte del programa académico Con C de Ciencia, auspiciado por El Colegio de Sinaloa con el objetivo de incentivar las vocaciones científicas en jóvenes de la entidad. El M.C. Jorge Gil Ureña, director general del plantel, y la Lic. Lydia Concepción Celaya, secretaria general de este organismo colegiado, estuvieron presentes en la conferencia.

En su conferencia, Aída Martínez comentó que ella no nació cerca del océano, sino de los bosques, por lo que en su horizonte no estaba la alternativa de estudiar el océano; no obstante, a partir de las interacciones con algunos profesores, se convirtieron en sus guías para acercarla a las ciencias marinas, “así que con esa interacción, yo cambié el bosque de pinos por el océano”, comentó la académica.

La primera gran impresión que obtuvo al mirar una gota de agua marina a través del microscopio, fue que la imagen que arrojaba era muy semejante a un firmamento de estrellas. “Es casi equivalente lo que ven los astrónomos, a lo que vemos los biólogos en un microscopio”.

Agregó que también se fascinaba por las múltiples formas de organismos muy pequeños que se encuentran en el agua marina.“Empecé a entender que esas células tan pequeñitas hacen funciones de gigantes”, es decir, al momento en que son organismos que pueden hacer fotosíntesis, entonces pueden crear materia orgánica, “y la materia orgánica es lo que sostiene al resto de los organismos en el océano”, explicó.

Con base en lo anterior, Aída Martínez abordó que estas células diminutas corresponden al fitoplancton, mismo al que definió como microalgas que pueden realizar fotosíntesis —ya que tienen pigmentos— que utilizan los nutrientes del agua y la energía del sol para sintetizar materia orgánica.

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La mitad del oxígeno que se libera a la atmósfera proviene del océano

Entre las líneas de investigación que analizó, habló de algunos trabajos de ecología donde estudió cómo se relacionan los cambios que ocurren en los organismos con el ambiente; también investigó el impacto de las actividades del ser humano en los ambientes costeros, por lo que trabajó con las mareas rojas (proliferación de algas microscópicas que liberan toxinas nocivas). Otra vertiente fueron los ciclos biogeoquímicos, dicho de otra manera, los organismos vivos participan en ciclos de elementos químicos como el carbono, nitrógeno o el fósforo, principales constituyentes de los organismos.

Así inicié mi viaje —en donde me quedé atrapada— en lo que yo llamo la gran maquinaria oculta del océano”, subrayó la investigadora.

Aída Martínez destacó que décadas atrás se tenía la perspectiva de que el planeta tenía un pulmón, correspondiente a los bosques, las selvas, las áreas de vegetación en el continente; con el paso del tiempo “ahora sabemos que aunque hay un pulmón verde, también hay un pulmón azul y ese está representado por el océano”, afirmó que la mitad del oxígeno que se libera a la atmósfera proviene del océano.Aída_3.jpg

Hacia el final de la conferencia, abordó otra de las temáticas en las que trabaja, donde utilizaron a estos organismos diminutos de micras (fitoplancton) para estudiar el clima. Señaló que partió del propósito de que el océano ayude a pronosticar el clima: “Poco a poco fuimos incursionando: primero, en entender la relación presente del clima con los organismos; luego, entender que esos organismos tienen carbono orgánico y se lo pueden llevar al fondo y de eso depende el clima del planeta”, detalló la investigadora. Así, llegó a la conclusión de que había que estudiar el agua, pero también el sedimento marino, mismo que posee un gran potencial de información.

La doctora Aída Martínez concluyó con recomendaciones para los estudiantes, entre ellas el trabajo en equipo, mencionó que para hacer ciencia se requiere hacer acopio de los recursos que tienen diferentes instituciones del país para hacer investigación de calidad. Además, exhortó a los jóvenes a encontrar su vocación y así poner el máximo esfuerzo en lo que se dedicarán profesionalmente.

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