El Gobernador Rubén Rocha Moya sufre lo que puede ser su desahucio político. Una carrera política agotada por errores que empiezan a cobrarle facturas.
AGOSTO 14 DE 2024
Trayectoria esforzada y puestos ganados con el trabajo y la perseverancia. Se inspiró en su juventud en ideologías que quiso abanderar pero que seguramente no las consolidó. La izquierda no lo convenció. Trazó en su recorrido líneas ideológicas que resultaron asimétricas. No dimensionaba el significado de derecha o izquierda, y finalmente cayó atrapado en las redes contaminantes de un priismo en decadencia.
Ocupó cargos relevantes en su paso por la administración pública estatal y federal, y vivió experiencias políticas para llegar al Congreso local y también al federal. En el Senado de la República, defendió la autonomía de la universidad pública y sus aportaciones quedaron para ser recordadas en el presente.
En su círculo de amigos debió haber alguno con el que se identificara y lo orientara. Su proyecto político a la gubernatura de Sinaloa fue bien visto y apoyado por universitarios rosalinos y también por un partido político que crecía firme y ofertaba un proyecto político de avanzada para Sinaloa. No lo desaprovechó e hizo alianzas políticas con Héctor Melesio Cuén Ojeda. Esa alianza rindió los frutos esperados alzándose con la victoria y abrazando la gubernatura.Las condiciones políticas eran sanas y vigorosas. Se visualizaba un futuro promisorio. Sin embargo, los nubarrones de tormenta no se hicieron esperar. Cuando se obtiene el poder puede no saberse administrar, convirtiéndose el triunfador en soberbio y autoritario. El poder político no embona en muchas ocasiones para que se ejerza por cualquier persona.
Ocurrió lo que no se había planeado. En la gubernatura se rodeó de personajes que traían resentimientos con el coautor de un proyecto político que convenía a Sinaloa.
Su sacrificio en un pasado fue obligado para consolidar un proyecto académico de grandes proyecciones para la Universidad Autónoma de Sinaloa. Las huelgas y los paros tenían que acabar para recuperar la confianza que fue estigmatizada por la sociedad sinaloense al extremo de rechazar a los egresados de la UAS por su escasa calidad en la enseñanza y precaria formación profesional.Héctor Melesio Cuén Ojeda fijo las bases para el cambio definitivo del que ahora reconoce y aprecia la sociedad y los Padres de Familia en general.
Calidad en la enseñanza y confiable formación profesional. La transformación llegó y la Universidad Autónoma de Sinaloa cambió.
El odio contra el exrector Cuén Ojeda no lo pudieron superar ¿influyeron en el cambio de actitud en el Gobernador? La duda se ha inscrito y difícilmente se borrará.
Su influencia en el ánimo del gobernante ha sido muy notoria pero también muy peligrosa. Pudieron atizar el fuego y alimentar rencores y lo lanzaron a la aventura que jamás olvidará. Conquistar la Casa de Estudios que en un tiempo dirigió.
Un error que lo podría desbarrancar.
Colonizar la UAS no es un objetivo sencillo. Tiene un muro de contención que ha resistido embates de gobiernos que la han querido dominar. Todos han fallado y este no será la excepción.Se enredó en el conflicto contra la UAS. Le urdió delitos al Rector y a otros directivos universitarios, los llevó ante los jueces y les dictaron autos de vinculación. Ha sido tanto el odio que le han alimentado, que hasta al Dr. Jesús Madueña Molina del cargo lo removió. Todos los procesos han caído como también lo pueden tumbar a él.
El conflicto lo llevó muy lejos. Murió asesinado su adversario político y su muerte lo estremece como si estuviera puesto en el paredón de los fusiles.
El fuego le está quemando porque escucha fuertemente una pregunta que lo atemoriza ¿Quién asesinó a Héctor Melesio Cuén Ojeda?
Se le viene encima una andanada de acusaciones. Habla mucho y se compromete solo. El escenario político de Sinaloa y nacional, no lo está favoreciendo.
Carga a cuestas un cordón de imputaciones. La de un Mayo Zambada que acusa traición y entrega y un exrector victimado. La Fiscalía echa bolas con muchos yerros que no le ayudan. Sus funcionarios lo dejaron solo, porque en esta guerra se quedaron mudos. El precipicio se desmorona.
La UAS no se toca, la autonomía universitaria se respeta.
¿Usted qué opina?