Vieron dónde vivía y se quedaron con él.
Se dice Gloria.
PRIMERA LECTURA
[Habla, Señor, tu siervo te escucha.] Del primer libro de Samuel 3, 3b-10. 19
En aquellos días, el joven Samuel servía en el templo a las órdenes del sacerdote Eli. Una noche, estando Elí acostado en su habitación y Samuel en la suya, dentro del santuario donde se encontraba el arca de Dios, el Señor llamó a Samuel y éste respondió: “Aquí estoy”.
Samuel se fue a acostar. Volvió el Señor a llamarlo y él se levantó, fue a donde estaba Elí y le dijo: “Aquí estoy. ¿Para qué me llamaste?” Respondió Elí: “No te he llamado, hijo mío. Vuelve a acostarte”.
Samuel creció y el Señor estaba con él. Y todo lo que el Señor le decía, se cumplía. Palabra de Dios.SALMO RESPONSORIAL del salmo 39, 2abc. 4ab. 7-8a. 8b-9. 10cd. 11cd
R. Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad. Esperé en el Señor con gran confianza; él se inclinó hacia mí y escuchó mis plegarias. El me puso en la boca un canto nuevo, un himno a nuestro Dios. R. Sacrificios y ofrendas no quisiste, abriste, en cambio, mis oídos a tu voz. No exigiste holocaustos por la culpa, así que dije: “Aquí estoy”. R. En tus libros se me ordena hacer tu voluntad; esto es, Señor, lo que deseo: tu ley en medio de mi corazón. R. He anunciado tu justicia en la gran asamblea; no he cerrado mis labios, tú lo sabes, Señor. R.
SEGUNDA LECTURA
[Los cuerpos de ustedes son miembros de Cristo.]
De la primera carta del apóstol san Pablo a los corintios 6, 13c-15a. 17-20
Hermanos: El cuerpo no es para fornicar, sino para servir al Señor; y el Señor, para santificar el cuerpo.
¿O es que no saben ustedes que su cuerpo es templo del Espíritu Santo, que han recibido de Dios y habita en ustedes? No son ustedes sus propios dueños, porque Dios los ha comprado a un precio muy caro. Glorifiquen, pues, a Dios con el cuerpo. Palabra de Dios.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Jn 1, 41. 17
R. Aleluya, aleluya. Hemos encontrado a Cristo, el Mesías. La gracia y la verdad nos han llegado por él. R. Aleluya
EVANGELIO
Vieron dónde vivía y se quedaron con él.
Fueron, pues, vieron dónde vivía y se quedaron con él ese día. Eran como las cuatro de la tarde. Andrés, hermano de Simón Pedro, era uno de los dos que oyeron lo que Juan el Bautista decía y siguieron a Jesús. El primero a quien encontró Andrés, fue a su hermano Simón, y le dijo: “Hemos encontrado al Mesías” (que quiere decir “el Ungido”). Lo llevó a donde estaba Jesús y éste fijando en él la mirada, le dijo: “Tú eres Simón, hijo de Juan. Tú te llamarás Kefás” (que significa Pedro, es decir “roca”). Palabra del Señor.
Se dice Credo.ORACIÓN DE LOS FIELES:
Oremos al Señor y pidámosle que escuche compasivamente nuestras plegarias:
1. Por la santa Iglesia de Dios, para que Dios, nuestro Señor, le conceda la paz y la unidad y la proteja en todo el mundo, roguemos al Señor.
2. Por los gobernantes de nuestra patria y de todas las naciones, para que Dios dirija sus pensamientos y decisiones hacia una paz verdadera, roguemos al Señor.
3. Por los que están en camino de conversión y por los que se preparan a recibir el bautismo, para que Dios les abra la puerta de su misericordia y les dé parte en la vida nueva en Cristo Jesús, roguemos al Señor.
4. Por nuestros familiares y amigos que no están ahora aquí con nosotros, para que Dios escuche sus oraciones y lleve a la realidad sus legítimos deseos, roguemos al Señor.
Dios nuestro, que muestras de muchos modos los signos de tu presencia, escucha las oraciones de esta familia tuya a fin de que –como fieles seguidores de Cristo– nos convirtamos en convencidos apóstoles y profetas de tu Reino. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Concédenos, Señor, participar dignamente en estos misterios, porque cada vez que se celebra el memorial de este sacrificio, se realiza la obra de nuestra redención. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN 1 Jn 4, 16
Nosotros hemos conocido el amor que Dios nos tiene y hemos creído en él.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Infúndenos, Señor, el espíritu de tu caridad, para que, saciados con el pan del cielo, vivamos siempre unidos en tu amor. Por Jesucristo, nuestro Señor.