OTRA ESTRELLA QUE SE APAGA
Por: Roberto Montoya Martínez
DICIEMBRE 10 DE 2023.
El cine internacional se ha vuelto cubrir con el negro crespón del luto. Partió de este mundo un gran actor que tuvo una vida muy airada. Fue protagonista de una película icónica de los años 70, fue esposo de un ángel de Charlie, y hasta apareció en una famosa serie policiaca.
El asesino silencioso, el mismo que se llevó a su segunda esposa, es el mismo que se lo carga a él. Fue padre de reconocidos actores, y sin duda fue todo un personaje. Recordemos juntos con la fuerza del corazón, que fue de Ryan O’ Neal.
Ryan O’Neal nació en Los Ángeles, California, el 20 de abril de 1941. Fue el primer hijo del guionista de origen irlandés Charles O’Neal y la actriz Patricia Callaghan.
Su hermano menor Kevin es actor y guionista. Cuando era joven, tuvo una prometedora carrera como boxeador, llegando a conseguir los guantes de oro al recopilar una estadística de 18 victorias, 4 derrotas y 13 nocauts. De todas maneras, su carrera estuvo destinada a la interpretación.
Una de sus primeras apariciones fue en la serie Peyton Place, conocida en Latinoamérica como la La Caldera del Diablo que llegó a obtener una gran audiencia en Estados Unidos, con más de 500 episodios.
El éxito de la serie lo ayudó a dar el salto a la gran pantalla. Su primera actuación en el cine fue en This Rugged Land (1962), de William Witney.
Su primer éxito se produjo en 1968, cuando actuó en La perversa (1968), de Alex March. El papel que realmente lo llevó a la fama fue el de Oliver Barrett en el filme de 1970 Love Story, de Arthur Hiller protagónico con la actriz Ali McGraw.
Esta película fue un gran éxito no solo en Estados Unidos, sino en varios países de Latinoamerica y de Europa. Esta interpretación le valió una nominación a los Óscar en la categoría de mejor actor.
A raíz de este papel, saltó a la primera plana del estrellato, convirtiéndose en el actor de moda en Hollywood. Así, se lo pudo ver en películas como ¿Qué me pasa, doctor? (1971), de Peter Bogdanovich, o El ladrón que vino a cenar (1972), de Bud Yorkin, donde intentó experimentar en el mundo de la comedia. Se convirtió en el segundo actor más rentable de la industria cinematográfica en 1972.
En 1973, actuaría junto a su hija Tatum O’Neal en Luna de papel, otra película dirigida por Bogdanovich. Esta película haría que su hija ganara el Óscar a la mejor actriz de reparto, convirtiéndose en la actriz más joven que recibía este galardón, con tan sólo diez años.
Otro momento brillante para O’Neal sería cuando Stanley Kubrick, el director de prestigio de la época, le diera el papel principal en Barry Lyndon (1975). Incluso, O’Neal sonó para hacer el papel de Michael Corleone en El padrino (1972) o el de Rocky Balboa en Rocky (1976).
Sin embargo, el actor no pudo continuar su carrera de estrellato. Con un pequeño respiro con el éxito en Combate de fondo, una comedia romántica ambientada en el mundo del boxeo junto a Barbra Streisand, el aura de O’Neal se fue diluyendo poco a poco. Incluso llegó a hacer una secuela de Love Story, la película que le lanzó a la fama: La historia de Oliver.
En la década de 1980, continuó el declive de O’Neal. Cabe citar no obstante, su intervención en la película Los hombres duros no bailan (1987), inspirada a partir del éxito literario que significó la novela de igual título que escribió Norman Mailer, el cual fue también el director del filme. Aparte de esto, O’Neal se dedicó a alternar pequeños papeles en el cine con series de televisión, entre ellas, su intervención en Bones en un papel recurrente, como padre de la protagonista de la serie, la antropóloga forense Temperance Brennan.
En 2001 se le diagnosticó leucemia mielógena crónica, que combatió hasta que la enfermedad remitió en 2006. Por entonces, intervino numerosas veces, junto a su compañera sentimental Farrah Fawcett, en campañas de lucha contra el cáncer.
En abril de 2012 le fue diagnosticado Cáncer de la Próstata estado 4 y estuvo en tratamiento ya con un último reporte en que estaba en el estadio 2. Ryan O’Neal murió el 8 de diciembre de 2023 a la edad de 82 años.
Ryan O’Neal es otra estrella que se apaga. De actor de TV a gran figura. Un artista que ha sido referente en los medios estadounidenses tanto dentro como fuera de la pantalla.
El cáncer acabó con su vida, pero al menos queda el recuerdo de sus actuaciones, a través de las series y películas en las que participó. Ahora ya está descansando con el amor de su vida.
Tal vez no fue un padre ejemplar, pero era un pedazo de artista. Al menos se fue en paz, sin dolor y rodeado de sus seres queridos. Buen viaje Ryan. Y gracias por tu arte.
POR TODO LO QUE NOS DISTE Y LO QUE EN VIDA FUISTE
MUCHAS GRACIAS RYAN O’NEAL DONDE QUIERA QUE ESTÉS
(1941-2023) Q. E. P. D.