*Calificación de Panzazo *Hondureños desquiciados
Por Antonio Velázquez Zárate
NOVIEMBRE 23 DE 2023
México, estuvo a solo unos segundos de sumar otro fracaso, en su ya largo historial de altas y bajas que lo mantienen en la décima quinta posición del escalafón de la FIFA -no del todo confiable- y aún más, durante el partido, estuvo al borde del precipicio de no haber sido por dos increíbles fallas frente al marco y por las dos espectaculares intervenciones de Malagón, bajo los tres postes.
Un par de contragolpes de los hondureños y un tiro de esquina, estuvieron a punto de sentenciar a México al repechaje.
En el primer contragolpe, la lentitud de Montes, quien salió al quite hacia la banda al quedar rezagado Gallardo, superado por la velocidad de un hondureño, quien centró rasó dejando el balón rasó a Palma, hizo temblar al azteca, pero el catracho falló de manera increíble.
La otra, nuevo contragolpe, pero esta vez Jonathan González, intentó cubrir el balón para que saliera por el fondo, pero inexplicablemente para un jugador que milita en el fútbol italiano, lo hizo con tanta tibieza, que fue despojado por un rival; nuevo centro que se paseó por toda el área.
Providencialmente, nuevamente México se salvó del 3-0 que hubiese sido el último clavo de su ataúd. Y que decir del tiro de esquina, la zaga se durmió y el cabezazo de un jugador catracho con etiqueta de gol, fue milagrosamente desviado por Malagón.
¿Qué en este duelo hubiese sido injusto, por el alto dominio y llegadas a gol de México? Puede ser, pero si apuntamos lo anterior, es porque las fallas defensivas aunadas a las muchas ofensivas nos dan una idea de lo mucho que le faltará a Jaime Lozano, para darle rumbo más firme al equipo, esto se logra solo a base de mucho trabajo y de cambiar, sin miramiento alguno a quienes no den el ancho.
Por mucho que algunos cronistas digan, nos parece que los dos centrales, están lejos de considerarse artífices de la zaga mexicana, ambos muy por debajo de un Rafael Márquez o el sinaloense Moreno, solo por hablar de las últimas décadas; sus errores le costaron la derrota al equipo en Honduras y estuvieron a punto de hundir al tri en el segundo duelo.
Por cierto, un pequeño accidente, nos impidió en días anteriores dar nuestra opinión sobre el primer duelo. El dedo pulgar con el que tecleamos se nos atoró en una reja y sufrió una fisura, pero ya estamos de nuevo casi al cien, aun con el dedo protegido y diestro para teclear.
Después de aquel infame 7-0 ante Chile, nos parece que de lo peor de la selección en muchos años fue ese duelo en casa de los hondureños.
Ayer lo rescatable del equipo fue su entrega, garra, coraje y determinación lo que lo sacó adelante.
Para su fortuna, el conjunto hondureño simplemente salió a por lo menos no perder por más de uno, en busca de aprovechar errores de los mexicanos, cosa que, como explicamos sucedió, pero para fortuna de México, fallaron. La tenencia de la pelota de los nuestros rindió frutos a medias, porque pese a las dos anotaciones, una de ellas de tiro libre, tuvieron cuatro oportunidades muy claras de anotar, pero en general hubo mucha inconsistencia cuando se trató de arribar al área y definir la mejor opción para darle claridad a los rematadores.
Henry Martín, fue lo mismo que Giménez y Jiménez, con pocas opciones por lo anteriormente dicho, los tres con frecuencia fuera de su posición en busca de jugar como postes y hasta con desgaste de incluso, bajar a defender. Antuna, en el mismo nivel, pero sin definir bien en la jugada final y Lozano, simplemente sin mostrar su habilidad de manera más frecuente, de enviar balonazos al área y cuando tuvo la oportunidad de hacer crecer una opción de gol, disparó sin ton ni son.
Los movimientos de Lozano, salvo el Julián Araujo, que fueron totalmente ofensivos, pero en cuanto a la efectividad, todo fue infructuoso, aun así, por un cabezazo providencial de Giménez a un mal despeje de la defensa, el balón cayó en pies de Álvarez, para anotar el segundo.
Quiñones, muy voluntarioso, pero desorientado, falló dos de los que no suele desperdiciar, nos parece que le falta la confianza que le daría jugar más minutos.Para terminar, para los hondureños fue un robo, su prensa no fue fría imparcial, ni sus dirigentes, porque el silbante fue más que justo al añadir 9 minutos y luego dos más. Los catrachos hicieron tiempo descaradamente y en el pecado llevaron la penitencia.
En nuestro cronómetro, que detuvimos entre lesiones y cambios, se perdieron no11 sino 15 minutos y en cuanto a los penales repetidos, el VAR demostró con toda claridad las faltas de su guardameta, en cambio, la atajada de Malagón, fue como manda el reglamento.
Por cierto, no está por demás señalar que el silbante estuvo también en lo correcto al no expulsar al portero catracho. Al respecto dice al pie de la letra lo siguiente: la tanda de penales se ejecutará una vez terminado el partido y, a menos que se estipule algo diferente, se aplicarán las reglas de juego correspondientes.
Los jugadores expulsados a lo largo del partido no podrán participar en la tanda de penales. Por otro lado (ojo) las advertencias y amonestaciones impuestas a jugadores y miembros del cuerpo técnico durante el encuentro NO SE TENDRAN EN CONSIDERACION EN LA TANDA DE PENALES.
Como usted puede ver, jugadores y cuerpo técnico así como cronistas, desconocen del todo bien el reglamento.
Nos vemos mañana
Antoniovelazquez13@hotmail.com