Soy manso y humilde de corazón.
9 de julio del 2023
ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 47, 10-11
Meditamos, Señor, los dones de tu amor, en medio de tu templo. Tu alabanza llega hasta los confines de la tierra como tu fama. Tu diestra está llena de justicia.
Se dice Gloria.
ORACIÓN COLECTA
Señor Dios, que por medio de la humillación de tu Hijo reconstruiste el mundo derrumbado, concede a tus fieles una santa alegría para que, a quienes rescataste de la esclavitud del pecado, nos hagas disfrutar del gozo que no tiene fin. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
PRIMERA LECTURA
[Mira a tu rey que viene humilde hacia ti.]
Del libro del profeta Zacarías 9, 9-10
Esto dice el Señor: “Alégrate sobremanera, hija de Sión; da gritos de júbilo, hija de Jerusalén; mira a tu rey que viene a ti, justo y victorioso, humilde y montado en un burrito.
El hará desaparecer de la tierra de Efraín los carros de guerra y de Jerusalén, los caballos de combate. Romperá el arco del guerrero y anunciará la paz a las naciones.
Su poder se extenderá de mar a mar y desde el gran río hasta los últimos rincones de la tierra”. Palabra de Dios.
SALMO RESPONSORIAL del salmo 144, 1-2. 8-9. 10-11. 13cd-14
R. Acuérdate, Señor, de tu misericordia.
Dios y rey mío, yo te alabaré, bendeciré tu nombre siempre y para siempre. Un día tras otro bendeciré tu nombre y no cesará mi boca de alabarte. R.
El Señor es compasivo y misericordioso, lento para enojarse y generoso para perdonar. Bueno es el Señor para con todos y su amor se extiende a todas sus creaturas. R.
El Señor es siempre fiel a sus palabras, y lleno de bondad en sus acciones. Da su apoyo el Señor al que tropieza y al agobiado alivia. R.
Que te alaben, Señor, todas tus obras, y que todos tus fieles te bendigan. Que proclamen la gloria de tu reino y den a conocer tus maravillas. R.
SEGUNDA LECTURA
[Si con la ayuda del Espíritu dan muerte a los bajos deseos del cuerpo, vivirán.]
De la carta del apóstol san Pablo a los romanos 8, 9. 11-13
Hermanos: Ustedes no viven conforme al desorden egoísta del hombre, sino conforme al Espíritu, puesto que el Espíritu de Dios habita verdaderamente en ustedes. Quien no tiene el Espíritu de Cristo, no es de Cristo. Si el Espíritu del Padre, que resucitó a Jesús de entre los muertos, habita en ustedes, entonces el Padre, que resucitó a Jesús de entre los muertos, también les dará vida a sus cuerpos mortales, por obra de su Espíritu, que habita en ustedes. Por lo tanto, hermanos, no estamos sujetos al desorden egoísta del hombre, para hacer de ese desorden nuestra regla de conducta. Pues si ustedes viven de ese modo, ciertamente serán destruidos. Por el contrario, si con la ayuda del Espíritu destruyen sus malas acciones, entonces vivirán. Palabra de Dios.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Cfr. Mt 11, 25
R. Aleluya, aleluya.
Te doy gracias, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has revelado los misterios del Reino a la gente sencilla. R. Aleluya.
EVANGELIO
Soy manso y humilde de corazón.
Del santo Evangelio según san Mateo 11, 25-30
En aquel tiempo, Jesús exclamó: “¡Te doy gracias, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos, y las has revelado a la gente sencilla! Gracias, Padre, porque así te ha parecido bien. El Padre ha puesto todas las cosas en mis manos. Nadie conoce al Hijo sino el Padre, y nadie conoce al Padre sino el Hijo y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar.
Vengan a mí, todos los que están fatigados y agobiados por la carga, y yo los aliviaré. Tomen mi yugo sobre ustedes y aprendan de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontrarán descanso, porque mi yugo es suave y mi carga ligera”. Palabra del Señor.
Se dice Credo.
ORACIÓN DE LOS FIELES:
Pidamos al Señor Dios nuestro Padre que escuche nuestras súplicas y reciba benignamente nuestras oraciones.
1. Oremos por los pastores que el Señor ha puesto al frente de su Iglesia, a fin de que –llenos de la fuerza y de la sabiduría que viene de lo alto– sepan dirigir y gobernar santamente las comunidades que les han sido encomendadas, roguemos al Señor.
2. Oremos para que Dios –que es la verdadera paz y el origen de toda concordia– transmita la paz espiritual a nuestras almas y la paz temporal a nuestros días, roguemos al Señor.
3. Oremos por los que se han acostumbrado a vivir en pecado, para que nuestro Señor les dé la gracia de convertirse, de purificarse en el sacramento del perdón y de alcanzar así la salvación eterna, roguemos al Señor.
4. Oremos por los fíeles difuntos –especialmente por nuestros familiares, amigos y bienhechores– para que el Señor los reciba en su gloria y los coloque entre los santos y elegidos, roguemos al Señor.
Señor Dios, que has revelado a los sencillos las riquezas de tu Reino, escucha nuestras oraciones y haz que –como discípulos de tu Hijo– llevemos con Él el yugo suave de la cruz y anunciemos a los hermanos el descanso eterno que sólo se encuentra en su seguimiento. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
La oblación que te ofrecemos, Señor, nos purifique, y nos haga participar, de día en día, de la vida del reino glorioso. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Mt 11, 28
Vengan a mí, todos los que están fatigados y agobiados por la carga, y yo les daré alivio, dice el Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, que nos has colmado con tantas gracias, concédenos alcanzar los dones de la salvación y que nunca dejemos de alabarte. Por Jesucristo, nuestro Señor.