BOCA CERRADA Y HUMILDAD.

Por: José Antonio Servín.

“La humildad abrirá más puertas dé las que jamás abrigará la arrogancia “

Jueves 13 de Abril del 2023.

Una rana se preguntaba cómo podía alejarse del clima frío del invierno. Unos gansos le sugirieron que emigrara con ellos. Pero el problema era que la rana no podía volar. “Déjenmelo a mí”, dijo la rana. “Tengo un cerebro espléndido”. Lo pensó y luego pidió a dos gansos que la ayudaran a recoger una caña fuerte, cada uno sosteniéndola por un extremo. La rana pensaba agarrarse a la caña por la boca.

A su debido tiempo, los gansos y la rana comenzaron su travesía. Al poco rato, pasaron por una pequeña ciudad y los habitantes de allí salieron para ver el inusitado espectáculo. Alguien preguntó: “¿A quién se le ocurrió tan brillante idea?” Eso hizo que la rana se sintiera tan orgullosa y con tal sentido de importancia que exclamó: “¡A MÍ!” Su orgullo fue su ruina, porque al momento en que abrió la boca, se soltó, cayó al vacío y murió.

“Hay ocasiones en que la falta de humildad o el exceso de orgullo pueden echar abajo planes excelentes” Autor anónimo.

Amigo lector: tenemos defectos a superar y límites que debemos admitir, pero sin humildad, no se aceptan las limitaciones propias. Distinga lo que le agrada y lo que le disgusta, lo que le ha ayudado o dañado y establezca la norma de lo que debe hacer y/o evitar en su trato con la gente.

¿Por qué exagera las pequeñas faltas de otros, mientras minimiza o justifica sus grandes faltas? Sea humilde y reconozca primero sus errores y sus miserias.

Acepte que una persona humilde no se siente ni más importante ni mejor que los demás, es la que aprende a vivir con lo que tiene sin alardear lo que ha ganado en la vida, la que no busca elogios ni alabanzas, la que quiere a los demás por lo que son y no por el provecho que pueda obtener de ellos.

Humilde es el que al detectar algo malo en su vida, aunque le duela, hace por corregirlo, mientras el soberbio, al no aceptar sus defectos, no los corregirá y se irá con ellos.

Permita que le refieran sus faltas sin que se enfade, ni se justifique ni se defienda, porque la humildad, antes que negar sus cualidades, fructifica sus talentos.

Que no le pase lo que a la rana. Mantenga la boca cerrada y viva según su conciencia. Sea ante todo… humilde. ¿y usted qué opina?

Que tengas un excelente Jueves.