Las agrupaciones políticas, nacen con proyectos, definen sus ideologías, luchan por su registro y describen su ABC en su participación política.
Jueves 23 de febrero de 2023.
Aspiran ser independientes y trabajan para convencer y atraer simpatizantes. Sus fundadores entusiasmados protestaron hacer de la política y del País la doctrina que llevara al ciudadano felicidad y bien común.
Como partidos políticos siempre han vivido del gobierno. Han dependido del impuesto ciudadano. Con el tiempo, han perdido confianza y la gente ha dejado de creerles. Las convicciones populares se pierden y el voto se dilapida entregándolo a quien le parece más idóneo para gobernar.
La militancia fundadora se decepciona y se va. Los partidos políticos se degradan y la militancia que se queda no lo hace por convicción sino por los beneficios que les acarrea el financiamiento que reciben.
Es cuestión de analizar quienes integran cada partido político. Quienes han permanecido buscando figurar siempre en las dirigencias de los mismos y en candidaturas para ser gobierno. Los actores no convencen al electorado, pero el voto todavía los beneficia.
Las masas ciudadanas empadronadas en los partidos es autentica simulación. Los listados nominales es pura forma para cumplir con el requisito de la participación política y alcanzar puestos en los procesos electorales porque hacerlo de manera independiente es gastar y no llegar.
Los políticos de hoy, con camisetas distintas de aquellas que se pusieron y presumieron en sus inicios como políticos, ahora se avergüenzan y presumen otras de diferentes colores que no las sienten y tampoco las dignifican.
Los partidos políticos son híbridos que desfilan por el escenario nacional ya que su composición molecular es un ADN que pertenece a otras convicciones, pero no a la de la camiseta que se porta. La militancia es ahora de intereses y ambiciones personales o de grupo, pero no para beneficiar a la colectividad.
Causa fastidio ver a políticos que militan en el PRI, en el PAN, en el PRD o en otros, que decidieron declinan sus convicciones prestándose al juego político de quien gobierna para mayoritear acuerdos que bien saben que no corresponden a la realidad jurídica que se obligaron a respetar.
Gestión social y poder en el gobierno, son principios torales de toda organización política. Se aspira al poder y a ser gobierno, pero detentar el poder se corre el riesgo de volverse soberbio y perder los fines de la política y del arte de gobernar. Es el caso de muchos.
En los congresos legislativos, se ha perdido el equilibrio parlamentario, la arbitrariedad es el común denominador en el partido mayoritario, pero también es decepcionante como las fracciones minoritarias se suman al juego perverso de quienes los amenazan de ser investigados por sus antecedentes deshonestos en su paso por el gobierno.
Sin embargo, los partidos subsisten aun con ese cumulo de desalientos. El financiamiento público los alimenta, porque es un elemento de corrupción en los partidos, los ejemplos son demasiados en los que muchos dirigentes han vivido de ese presupuesto y sin trabajar han llegado a ejercer en el gobierno.
Partidos políticos de familia han surgido y así como llegaron se han ido, pero fueron actores privilegiados porque el dinero público que les llegó enriqueció sus patrimonios, no ganaron ninguna elección y se fueron sin pena ni gloria.
Causa decepción que legisladores de partidos políticos contrarios a Morena, como el PRI, el PAN y el PRD, se presten al juego político por intereses oscuros que decepcionan a sus partidarios aprobando leyes que están muy lejos de apegarse a la rectitud constitucional que nos tutela.
El discurso político en la tribuna legislativa deja mucho que desear, carece de congruencia argumentativa en el tema que se discute, y se ridiculiza la exposición. Los que dicen tener experiencia en el debate político y también a los aprendices los rebasa en mucho el discurso de “Cantinflas” dictados en sus mejores actuaciones en el cine mexicano. Una disculpa merecida para ese gran histrión donde quiera que esté, por la pobreza de nuestros legisladores, que no han sabido defender nuestros derechos ahora que son gobierno.
¿Usted qué opina?