Ustedes son la luz del mundo.
5 de febrero del 2023
MR p. 417 [415] / Lecc. I p. 36. LH Semana I del Salterio.
ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 94, 6-7
Entremos y adoremos de rodillas al Señor, creador nuestro, porque él es nuestro Dios.
Se dice Gloria.
ORACIÓN COLECTA
Te rogamos, Señor, que guardes con incesante amor a tu familia santa, que tiene puesto su apoyo sólo en tu gracia, para que halle siempre en tu protección su fortaleza. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
PRIMERA LECTURA
[Entonces surgirá tu luz como la aurora.]
Del libro del profeta Isaías 58, 7-10
Esto dice el Señor: “Comparte tu pan con el hambriento, abre tu casa al pobre sin techo, viste al desnudo y no des la espalda a tu propio hermano.
Entonces surgirá tu luz como la aurora y cicatrizarán de prisa tus heridas; te abrirá camino la justicia y la gloria del Señor cerrará tu marcha.
Entonces clamarás al Señor y él te responderá; lo llamarás, y él te dirá: ‘Aquí estoy’.
Cuando renuncies a oprimir a los demás y destierres de ti el gesto amenazador y la palabra ofensiva; cuando compartas tu pan con el hambriento y sacies la necesidad del humillado, brillará tu luz en las tinieblas y tu oscuridad será como el mediodía”. Palabra de Dios.
SALMO RESPONSORIAL del salmo 111, 4-5. 6-7. 8a y 9
R. El justo brilla como una luz en las tinieblas. Quien es justo, clemente y compasivo, como una luz en las tinieblas brilla. Quienes, compadecidos, prestan y llevan su negocio honradamente jamás se desviarán. R. El justo no vacilará; vivirá su recuerdo para siempre. No temerá malas noticias, porque en el Señor vive confiadamente. R. Firme está y sin temor su corazón. Al pobre da limosna, obra siempre conforme a la justicia; su frente se alzará llena de gloria. R.
SEGUNDA LECTURA
[Les he anunciado a Cristo crucificado.]
De la primera carta del apóstol san Pablo a los corintios 2, 1-5
Hermanos: Cuando llegué a la ciudad de ustedes para anunciarles el Evangelio, no busqué hacerlo mediante la elocuencia del lenguaje o la sabiduría humana, sino que resolví no hablarles sino de Jesucristo, más aún, de Jesucristo crucificado. Me presenté ante ustedes débil y temblando de miedo. Cuando les hablé y les prediqué el Evangelio, no quise convencerlos con palabras de hombre sabio; al contrario, los convencí por medio del Espíritu y del poder de Dios, a fin de que la fe de ustedes dependiera del poder de Dios y no de la sabiduría de los hombres. Palabra de Dios.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Jn 8, 12
R. Aleluya, aleluya.
Yo soy la luz del mundo, dice el Señor; el que me sigue tendrá la luz de la vida. R. Aleluya.
EVANGELIO
Ustedes son la luz del mundo.
Del santo Evangelio según san Mateo 5, 13-16
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “Ustedes son la sal de la tierra. Si la sal se vuelve insípida, ¿con qué se le devolverá el sabor? Ya no sirve para nada y se tira a la calle para que la pise la gente. Ustedes son la luz del mundo. No se puede ocultar una ciudad construida en lo alto de un monte; y cuando se enciende una vela, no se esconde debajo de una olla, sino que se pone sobre un candelero, para que alumbre a todos los de la casa. Que de igual manera brille la luz de ustedes ante los hombres, para que viendo las buenas obras que ustedes hacen, den gloria a su Padre, que está en los cielos”. Palabra del Señor.
Se dice Credo.
ORACIÓN DE LOS FIELES:
Oremos al Padre del Unigénito, al Hijo del Dios eterno y al Espíritu, fuente de todo bien:
1. Por la Iglesia inmaculada del Dios verdadero, extendida por todo el mundo, para que la acompañe siempre la plena riqueza del amor de Dios. Roguemos al Señor.
2. Por los que gobiernan los pueblos y tienen en su mano el destino de los hombres, para que busquen continuamente el espíritu de justicia y el deseo de servir con dedicación a sus conciudadanos. Roguemos al Señor.
3. Por los débiles que se ven oprimidos y por los justos que sufren persecución, para que Dios les conceda el espíritu de fortaleza, que los haga perseverar en la fidelidad a sus preceptos. Roguemos al Señor.
4. Por nosotros mismos, para que el Señor nos conceda un temor filial, un amor ferviente, una vida feliz y una santa muerte. Roguemos al Señor.
Dios nuestro, que en la necedad de la cruz has manifestado que tu sabiduría está por encima de la prudencia del mundo, haz que comprendamos el verdadero espíritu del Evangelio, para que –fervorosos en la fe y fuertes en la caridad– nos convirtamos, de verdad, en luz del mundo y en sal de la tierra. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Señor Dios nuestro, que has creado los frutos de la tierra sobre todo para ayuda de nuestra fragilidad, concédenos que también se conviertan para nosotros en sacramento de eternidad. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Mt 5, 4. 6
Dichosos los que lloran, porque serán consolados. Dichosos los que tienen hambre y sed de justicia, porque serán saciados.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor Dios, que quisiste hacernos participar de un mismo pan y un mismo cáliz, concédenos vivir de tal manera, que, hechos uno en Cristo, demos fruto con alegría para la salvación del mundo. Por Jesucristo, nuestro Señor.