El descalabro al Presidente fue escandaloso, la oposición demostró decisión y fuerza. No será sencillo derribar el muro levantado.
Miércoles 16 de noviembre de 2022.
La derrota irrita cuando no se mide el tamaño del enemigo que se enfrena. AMLO vio chiquitos a sus opositores y lo hizo despotricar en su mañanera este lunes. El tema, la gran manifestación nacional que echó por la borda su propósito desarticulador de nuestra forma de gobierno.
Despotricó el Presidente, y se vio mal. Criticó de manera desbocada a los organizadores de la marcha. Dijo lo impensable en boca de un Presidente. No dimensionó que en su proyecto se cruzara una multitud en su contra. Se dejó en ridículo al Presidente y se destacó la determinación ciudadana.
La soberbia no le permite pensar con claridad. Degrada su investidura presidencial. Fácilmente se le falta al respeto porque ofende con sus habladurías mañanera a muchos ciudadanos honrados y convencidos de que las acciones del gobierno atentan contra la estabilidad de las instituciones.
El Congreso no le dará los votos que exige desesperadamente, pero ya tiene ahora un plan “B”. quiere mandar iniciativas para reformar la ley electoral, tampoco lo logrará. Si bien es cierto que tiene la mayoría simple en el Congreso eso no le será suficiente para que la Suprema Corte declare la inconstitucionalidad de lo que apruebe y reforme la mayoría simple de los legisladores morenistas.
La actitud es preocupante. El reto es directo contra las mayorías declaradas en su contra en este pasado movimiento nacional a sus calenturientas intenciones de desaparecer al Instituto Nacional Electoral.
Que bien que los partidos opositores a Morena se unieran en un solo bloque. El País lo necesita en estos momentos de peligro para nuestra estabilidad democrática, el pacto por México debe seguir fortaleciéndose.
La milicia debería estar atenta. El Presidente se ha desbocado, su enojo llega a tal grado que por igual ofende al empresario como a la más modesta ama de casa. El inconveniente de las fuerzas armadas es que han sido cooptadas por los privilegios otorgados. El País cojea, la presión social podría estallar.
Ha soltado a la jauría de agresores para que vayan contra todos los que se manifiesten en su contra. Tilda a los consejeros del INE como inmorales y corruptos, todo porque no ha podido hacer que le obedezcan en todas sus tropelías que ha venido realizando.
Reformar la ley electoral con su mayoría simple en el Congreso no es más que un acto revanchista que solo los derrotados en sus ambiciones desmedidas de poder, recurren a ese tipo de actos arbitrarios y antidemocráticos que demuestran que la legalidad no está con ellos.
¿Qué tan probable sería un paro nacional? Un día sin operarios en las empresas, sin asistencia a las escuelas, y otra gran movilización ciudadana para exigir respeto al orden jurídico y a las instituciones que nos gobiernan.
¿Usted qué opina?
