No es estar de acuerdo en que la sociedad quiere seguridad sin importar quien la imponga. Es imponer el imperativo de la legalidad constitucional.
Lunes 19 de septiembre de 2022.
Los diputados federales de Morena y sus satélites cumplieron con acatar sin discusión el mandato presidencial. El número de diputados que votaron en contra es un dato al que se le debe poner atención, 152 en contra y 338 a favor, con una sola abstención.
De los 338 que votaron a favor, están un buen número de los diputados del PRI, la traición priista a la alianza “Va por México” le mereció reconocimiento de sus oponentes políticos al darle cobijo a Alejandro Moreno para no mandarlo a la cárcel por corrupto.
El Senado tendrá la función histórica para evitar la excesiva militarización nacional. Pero no solo eso, sino frenar la reiterada violación constitucional para que las fuerzas armadas ejerzan una función que solo está encomendada a la autoridad civil.
Falta a la verdad el que dice que la sociedad está más conforme con que el ejército lleve a cabo el combate a la inseguridad y no las policías civiles por estar infiltradas por el narco. Ese ha sido el pretexto sistemático para respaldar acciones autoritarias de un gobierno soberbio y despótico.
Falta a la verdad un gobierno que llegó al poder escudado en un discurso anticorrupción y si realizamos un análisis de los que han formado parte y los que se encuentran en el gobierno, colas y pieles grises habrán de aparecer por la corrupción que los delata.
Tiene dentro de sus esbirros al dirigente nacional del sindicato minero, quien en el accidente de pasta de conchos en febrero del 2006, dejó en el abandono a 65 mineros atrapados mientras huía de la persecución de la justicia por un desfalco multimillonario en dólares del sindicato que dirigía.
Ahora, se repite la historia. Las condiciones de las minas en el país representan un riesgo considerable a la seguridad personal de los mineros que las trabajan, el sindicato perdido porque el senador Gómez Urrutia se encuentra defendiendo los intereses de su Presidente, en el Senado. En Sabinas Coahuila, a principios del pasado mes de agosto sufren un accidente alrededor de 10 mineros sin que dicho dirigente apareciera en su defensa.
El Presidente intervino personalmente, seguro que no lo hizo preocupado por la vida de las personas que dejan en el desamparo a sus familias, su interés era que no se desatara la furia mediática que pusiera al descubierto que sus protegidas minas de carbón no fueran exhibidas como una amenaza al medio ambiente y a la seguridad de los mineros que trabajan en ellas.
La invasión mediática en el asunto de la Guardia Nacional y la militarización del País, es una forma de distracción ciudadana para ocultar los muchos problemas que viene arrastrando esta administración federal. Inflación creciente, ausencia de inversión, desempleo, impunidad desmedida y corrupción institucionalizada.
La inseguridad que padece la Nación se promueve desde el gobierno, la necedad de dejar en el abandono a las instituciones policiales civiles es el medio para justificar la militarización en las calles, pero la sociedad es humana y sabia, no para reconocer al soldado como policía, sino para que el soldado sea el benefactor de la patria y el policía el protector de su seguridad.
El autoritarismo gubernamental se quiere imponer, no debe permitírsele que avance más, en el Senado tendrá que darse la defensa a ultranza de no permitir la salvaje violación a nuestra legalidad constitucional. Policía civil no militar.
¿Usted qué opina?
