¿INCREMENO DE LAS PENAS INHIBIRÁ EL DELITO?


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Legislar no es ningún problema, solo es ponerse de acuerdo las mayorías en el Congreso para crear una ley.

Jueves 4 de agosto de 2022.

Los medios de comunicación masiva difunden lo que algunos grupos de poder político han obtenido, según ellos, como triunfo indubitable para intimidar al delincuente. Incrementar las penas en determinados delitos.

Mucho se ha escrito por investigadores del comportamiento social que la criminalidad es un efecto que tiene o puede tener sus orígenes en la exclusión social, la marginación prolongada, la deserción escolar, el analfabetismo, cambios en el comportamiento familiar, entre otros muchos que son causa de promover las conductas antisociales.

Lo cierto es que la ecuación más prisión-menos delito, es una falacia, es una tesis que está muy lejos de la realidad.  Los principios que sustentan la rehabilitación social son muy pobres en sus resultados. La prisión desde sus orígenes se ha convertido en centros de perfeccionamiento de las habilidades para delinquir.

Otro de los aspectos al que debe ponerse atención, es el abandono en las áreas de policía, parece que a los gobiernos les importa más dirigir la función policial a la persecución de las grandes organizaciones criminales que atender a los grupos delictivos que operan al menudeo en las poblaciones y ciudades.

Los programas de prevención no funcionan. Las autoridades encargadas de instrumentarlos no tienen la capacidad para que funciones en los grupos sociales vulnerables o proclives al delito. Amenazarlos con mayores penas es una forma ridícula de disuadir al delincuente.

Preocupa más formular iniciativas de ley que de antemano se sabe no aportará beneficios sociales. Crear nuevos delitos por razones políticas a veces perjudica más al operador de la ley que destruir las acciones criminales. El feminicidio desplaza al homicidio, cuando debe ser una modalidad de este último con sus propios elementos constitutivos de ese delito.

Legislar no es reformar leyes y aumentar las penas. Es exigir que los delitos que se cometan deben ser investigados y castigados. La impunidad en la madre de todo delincuente. Delito que no se castiga delincuente que seguirá cometiéndolos.

La pena como castigo, no solo es la consecuencia de quien comete el delito, sino la retribución que proporcionalmente le corresponde aportar al delincuente por la falta o el crimen cometido. Lo complicado es ir más allá, en los fines de la rehabilitación individual, incorporar mecanismos de solución para dar vigencia a una verdadera justicia restaurativa.

Cumplir y hacer cumplir con los llamados planes de actividades en todo centro penitenciario, puede llevarnos a resolver en ese pequeño universo de personas que delinquieron a una eficaz fórmula para que la prevención especial responda a una adecuada rehabilitación individual.

La estructura gubernamental es compleja, pero cuenta con todos los mecanismos para que la prevención general sea eficaz y se cometan menos delitos. Incrementar las penas es un engaño del legislador que solo lo anima el interés político que resolver una realidad que nos afecta a todos. La excesiva criminalidad y terrible impunidad.

¿Usted qué opina?


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