En un día, por demás significativo, nos reunimos a desayunar un grupo de personas que tenemos algo en común. Todos convocados por el líder de un proyecto periodístico televisivo. El 7 de junio de 1951 fue el primer que se conmemora la “libertad de expresión”, y los ahí presentes, de alguna manera, hemos desarrollado esa labor que, apasiona.
Guillermo Bañuelos, Miguel Zazueta, Humberto Angulo, Aarón Fragozo, Carlos Báez, Javier Salazar y Javier Ramírez, este último quien convocó, nos fuimos debajo de una bugambilia, en un lugar muy especial de la capital sinaloense a conmemorar esta fecha.
Pese a las ocupaciones tan diversas de cada uno de los ahí presentes (aparte de la común) todos llegamos puntuales, aunque no fuimos todos los convocados, faltaron los que no pudieron separarse de su labor más fuerte y comprometedora, aún así valió el esfuerzo realizado para estar ahí.
Las anécdotas fueron el pastel principal, porque no hubo harina, casi nadie puede comer ya; fueron tantas, que empezaron a aflorar de forma tan natural, incluso, hablar de otros personajes que, cobraron mucha importancia en el medio periodístico, algunos que ya no están con nosotros, algunos se fueron con la pandemia, otros previo a ésta.
Sin ventilar mucho, para no incomodar a nadie, se toco el tema de quienes se portaban bien y quienes no tanto; de los autos que servían no sólo de eso, sino más actividades se hacían en ellos en tiempos remotos y cada tema que llegaba a la memoria de los cobijados por una bugambilia muy frondosa.
Apenas se cumplieron dos horas, pero para antes de levantarnos de ahí, dos de los que asistieron se tuvieron que retirar con antelación. Desde el inicio, el Dr. Báez, había anunciado que, en su último artículo mencionaba a todos los periodistas que podía recordar, aunque se le fueron anexando, nombres que se venían a lamente por si solos, otros le ayudaban con el recuerdo otras personas del gremio, obviamente, que al final, tenía que poner la frase obligada, “más los que hicieron falta”. Que así fue.
Muy grata reunión, muy buenos cuates del periodismo en Culiacán; la convocatoria surgió efecto y fuimos los que pudimos, aunque debieron ir más, las labores les impidieron estar ahí. Muchas felicidades a todos.