A TODOS A BAILAR se los llevaron al baile. Si pretendían levantar el rating en el cierre de temporada, resultó todo lo contrario. En esa noche, se les juntó el hambre con las ganas de comer.
Entre una cancelación y reclamos airados por un supuesto fraude, se desarrolló el último episodio de este reality que sí estuvo de lágrima y para llorar. No solo destruyó las ilusiones de las familias participantes, sino que también le dio en la torre a algunos de los capitanes que lideraron los equipos que participaron en esa contienda, donde hasta el público perdió. Échense este trompo al’ uña.
El pasado fin de semana llegó a su fin el dizque reality de baile TODOS A BAILAR, que se suma a la larga lista de experimentos fallidos por parte de la televisora del Ajusco.
El show comenzó con la cancelación del grupo de K Pop MOMOLAND, debido a que algunas de sus integrantes se contagiaron con el virus de moda, pese a ello el programa transcurrió con normalidad.
Desgraciadamente, Ingrid tuvo que dar la nota discordante, pues tuvo que mencionar a la familia que no podía aspirar al primer lugar, y eso recayó en los Luchones Pérez, dando pie a suspicacias y teorías de la conspiración.
La suegra de Luis Fernando Peña vociferó a grito pelado ¡Que devuelvan las entradas! ¡Fraude! ¡Ladrones! ¡Nos chamaquearon! En realidad gritó otras cosas, pero por respeto a ustedes nos reservamos su transcripción, dado que estaban demasiado subidas de tono.
Todo este tinglado se armó para que al final ganaran Los Imparables Pastrán, pese a que la matriarca de la familia no pudo bailar por estar a malita a panchita. Pese a que las niñas son simpáticas y graciosas, se veía venir que el tiro venía cantado.
A la legua se notaba que ellas eran las favoritas para ganar el concurso. Este fallido programa trajo sobre si efectos colaterales, en particular con una de las capitanas.
Mariana botas se quedó como el perro de las dos tortas, pues Televisa}, al saber que se fue a la tienda de enfrente, la sacaron de la jugada para futuras temporadas de UNA FAMILIA DE DIEZ. Por ese lado la empresa del Ajusco la pasó a perjudicar.
Qué raro. El hecho es que esta programación no dio el ancho con las expectativas del público. Tan es así, que el programa EL MINUTO QUE CAMBIÓ MI DESTINO registró mejores números que esta parodia mal hecha de BAILANDO POR UN SUEÑO.
TODOS A BAILAR tuvo arranque de yegua, pero al final tuvo parada de burro. Esta birria de reality de baile resultó ser otro experimento fallido de Azteca, que suma este descalabro al montonón de fracasos que ha tenido de un tiempo a la fecha. A ver si con MUSIC BATTLES no sucede lo mismo, ya que es un proyecto que promete. Por lo pronto, la voz sensual de Íngrid Coronado solo se escuchará por el radio. Ahí tiene seguro el pan. Pobrecilla. Literalmente se la llevaron al baile.