Decisiones políticas. ¿Qué importa que el pueblo enferme y muera?
Lunes 21 de febrero de 2022.
Muchos días de supuestas reuniones para valorar la conveniencia de autorizar o no el carnaval mazatleco. Muy cierto, una fiesta tradicional de muchos años, pero que en esta ocasión debió ser analizada con mayor responsabilidad, por las graves repercusiones en perjuicio de las personas y familias que son expuestas con esa fiesta colectiva.
Una vez más, el manejo político de la pandemia. Que importa la salud si el pueblo tiene lo que quiere, diversión, alcohol y drogas.
Embrutecer al pueblo y exprimir sus pocos pesos, hará que los hoteleros se recuperen por los muchos meses de escasez monetaria por esta crisis de salubridad general.
El mapa nacional de los riesgos de la pandemia registra cifras poco halagadoras. Le ponen el color que quieren. El regreso a clases aun es escalonado, no se optó por el regreso masivo a las escuelas, se procedió con prudencia y se escuchó la voz de los padres de familia.
Para el carnaval, en una semana se hicieron los cambios del color que quisieron, para poner a modo las condiciones de control de la pandemia para que el carnaval se realizara. Que lamentable que el Gobernador haya dejado a un lado, la prudencia que lo ha caracterizado en la forma de conducir su gobierno. Luis Guillermo Benítez Torres, impone su voluntad una vez más en sus malignas decisiones.
Varios eventos masivos se han desarrollado en Mazatlán, pero también en Culiacán. Los contagios por covid se siguen registrando en cantidades preocupantes. Que los hospitales no registren ingresos alarmantes, es por la decisión familiar de no ingresar a sus enfermos a los hospitales de la muerte. Los decesos aún son altos, que no se den en las mismas cantidades que a los inicios de la pandemia, no quiere decir que se haya controlado.
Hay asuntos políticos que preocupan al gobierno. La consulta de revocación de mandato del Presidente de la República, las encuestas al parecer no le favorecen como se planeó. El enojo contra el Emperador del Palacio Nacional cada vez crece con mayor intensidad.
El carnaval, es una forma de distraer la atención popular. Necesaria, para los males que también arrastra el Estado. La inseguridad, la impunidad y los reclamos empresariales por la sequía de muchos meses en sus ingresos, la fiesta colectiva del carnaval suaviza el reproche social y al empresario le abren la llave para que el dinero les llegue porque estímulos fiscales del gobierno jamás los obtendrán.
Pudo decidirse suspender el carnaval. No se quiso. Como en la antigua Roma, las ambiciones políticas compiten. Benítez Torres, según Mitofsky, está entre los diez presidentes municipales mejor posicionados en la república. Sería cuestión de conocer cuál fue la cifra monetaria pagada para circular una supuesta encuesta previa a la decisión de autorizar o no la realización del carnaval. La maldad y su política perversa, sin control.
Hace más de una semana que la decisión se había tomado. Carnaval habría. Carpas y artistas ya habían sido contratados. Los dígitos en los regalos cerveceros seguro que fueron difíciles de eludir por algunos funcionarios. La información todavía preocupante del titular de salud estatal, de nada sirvió. Pesaron más los intereses económicos y políticos que la salud de la población. ¿Alrededor de 400 mil muertes en México no significan nada? ¿tampoco las poco menos de 10 mil muertes en Sinaloa?
Nuestro saber es tan pobre, que no alcanzamos a dimensionar la carnada que nos ponen con la tertulia del carnaval.
Los invito a reflexionar. Habrá peces que se enfermen y otros que mueran. El riesgo es parejo para todos, los que vayan y se diviertan y a los que no hagan también.
¿Los gastos de la enfermedad o en su caso del funeral, los pagará el gobierno? Pregunten a los enfermos o a las familias de los fallecidos quien les costeó sus gastos. Muchos todavía, no alcanzan a saldar sus deudas.
¿Se le ordenó al Gobernador que el carnaval se llevara a cabo? ¿Qué dirán las familias que padecen el luto en sus hogares? ¿Qué reclamos se harán por los nuevos enfermos del carnaval? ¿Cuál será el número de vidas humanas que se perderán como resultado de ese desorden gubernamental? ¿Usted qué opina?