Tal parece que en VENGA LA ALEGRÍA son amantes de meterse balazos en los pies. Se engolosinaron con hacer un reality dentro de su show, en virtud de que el experimento pasado si les dio buenos resultados. Aunque se picaron demás con QUIERO CANTAR, les fue bastante bien en rating, he de ahí que se clavaron macizo.
En espera de tener los mismos niveles de share y dejar en la lona a los de HOY, van por otro reality en el mismo tenor que el anterior. Pongan ojo al parche. La más reciente aberración de VLA es LOS REYES DEL PLAYBACK, donde los conductores del programa y uno que otro colado, harán fono mímica caracterizando al intérprete original de la pista que estarán parodiando en suerte. Ahí la mecánica es diferente, pues los participantes se ponen en la piel de quienes cantan originalmente X o Y pista.
¿Así o más patético? Cynthia Rodríguez y Roger González hicieron explotar las redes. Con la diferencia de que la ex académica hizo un buen performance y lució su silueta en el mismo outfit que usó Shakira al grabar el video de LA LOBA, y el eterno chiquirruco provocó las risas y trolls de los cibernautas al verlo enfundado en una calzonera dorada.
Parecía Arnold Scharzenneger en tiempos de hambre. El que tampoco cantó mal las rancheras fue Sergio Sepúlveda, que en vez de lucir como Rubén Albarrán de Café Tacuba, parecía un híbrido de Madaleno en versión hippie y el clon malhecho de margarita McKenzie, personaje que interpreta EL CAPI Pérez, que en esta ocasión le toca a ser jurado, junto con la imitadora Samia y la influencer y empresaria Zelma Cherem. Durante un tiempo los conductores del matutino harán el ridículo haciendo lipsinc. A ver qué tal les va.
¿No se saben otra estos batos? De plano se les secó el cerebro. LOS REYES DEL PLAYBACK, unos genios. Por tal de retener a la audiencia, tienen que echar mano de recursos desesperados, como lo es esta especie de reality y programa de variedades.
Creo que con esto pondrán a chambear a los de HOY para que maquinen algo más creativo. Habrá a quien le guste, habrá a quien no. Al final, hoy, como ayer y como siempre, ustedes tienen la última palabra.