UNA MUERTE ANUNCIADA, POR LA VICTIMA
Por Javier Salazar.
Y bien, sigue la violencia en nuestro país, aquí en México, donde se sigue asesinando a todo tipo de personas, pero cuando se cuarta la posibilidad de anunciar y denunciar lo que ocurre en este suelo, como que no se vale que nos sigan ofreciendo otras notas.
Se presume van tres periodistas asesinados en lo que va del año, van dos en la misma ciudad, en Tijuana, Baja California. Aquí, acaban de asesinar a la periodista Lourdes Maldonado López, considerada una decana del periodismo en este estado. Fue asesinada este domingo 23 de enero afuera de su casa, cuando estaba dentro de su vehículo, ella misma, le había pedido ayuda al presidente López Obrador en 2019, cuando fue a Palacio Nacional a las clásicas conferencias “Mañaneras”
Le aseguró, al presidente, que estaba amenazada y que temía por su vida; presumiblemente, tenía protección, pero no permanente, lo que permitió que ocurriera este domingo pasado, el día 23 de enero su asesinato. Una muerte anunciada, por ella misma.
La periodista Bajacaliforniana le había ganado un pleito al exgobernador Jaime Bonilla, se trata de un litigio laboral por despido injustificado en una de las empresas del ex mandatario, apenas tres días antes de ser asesinada, la periodista gravó un video donde expone al Jaime Bonilla y menciona que es corrupto, evasor fiscal y transa; y lo invita a ir a pagar lo que debe. Indudablemente que debe ser una línea de investigación, la más fuerte, quizá.
El problema es que en México se sigue dando ese fenómeno de la impunidad, si tienes dinero para “quitar” de en medio a quien “te estorba” lo haces y ya. Nadie puede probarte nada porque las investigaciones se cubren con dinero y lo demás sale sobrando. Son pocas las investigaciones que siguen el curso normal, con un trabajo dedicado y profundo, porque la impunidad reina en este país.
Se presume que es uno de los países con mayor riesgo de ejercer el periodismo de investigación; de hecho, se prefiere cualquier otro tipo de trabajo editorial, para no caer en provocaciones de ninguna índole. Quienes se atreven, no lo hacen con soltura e iniciativa, menos con profundidad, porque saben que están marcando su sentencia de muerte, lo que pasó con la periodista Lourdes Maldonado López, es algo que se veía venir, y llegó.
Fue el 15 de enero cuando cayó el primero, fue en Veracruz, José Luis Gamboa Arenas, de hecho, fue el día 10 que fue encontrado, pero no lo identificaron hasta 5 días después, fue asesinado con armas blancas; el 17 de enero fue asesinado Margarito Martínez en Tijuana, Baja California, de un balazo en la cabeza en las afuera de su casa; lo mismo pasó con Lourdes Maldonado, estaba afuera de su casa, dentro de su vehículo cuando llegaron y la asesinaron a balazos el día 23.
“Vengo también aquí para pedirle apoyo, ayuda y justicia laboral, porque hasta temo por mi vida, porque se trata de un pleito que tengo seis años con él” fueron las palabras que le dijo al presidente en 2019.
Ahí la nota para la reflexión, Estamos muy mal en seguridad y nos siguen cobrando impuestos por todo, es lo más grave.
