SANTA MISA DOMINGO 9 DE ENERODE 2022, SEMANA I DEL SALTERIO.


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Después del bautismo de Jesús, el cielo se abrió.

Fiesta, EL BAUTISMO DEL SEÑOR
MR p. 188 [199] / Lecc. I p. 262. 

ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Mt 3, 16-17

Inmediatamente después de que Jesús recibió el bautismo, se abrieron los cielos y el Espíritu Santo se posó sobre él en forma de paloma, y resonó la voz del Padre que decía: “Este es mi Hijo amado, en quien he puesto todo mi amor”.
Se dice Gloria.

ORACIÓN COLECTA

Dios todopoderoso y eterno, que proclamaste solemnemente a Jesucristo como tu Hijo muy amado, cuando, al ser bautizado en el Jordán, descendió el Espíritu Santo sobre él, concede a tus hijos de adopción, renacidos del agua y del Espíritu Santo, que se conserven siempre dignos de tu complacencia. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.

PRIMERA LECTURA

[Se revelará la gloria del Señor y todos los hombres la verán.]
Del libro del profeta Isaías 40, 1-5. 9-11
“Consuelen, consuelen a mi pueblo, dice nuestro Dios. Hablen al corazón de Jerusalén y díganle a gritos que ya terminó el tiempo de su servidumbre y que ya ha satisfecho por sus iniquidades, porque ya ha recibido de manos del Señor castigo doble por todos sus pecados”. Una voz clama: “Preparen el camino del Señor en el desierto, construyan en el páramo una calzada para nuestro Dios. Que todo valle se eleve, que todo monte y colina se rebajen; que lo torcido se enderece y lo escabroso se allane. Entonces se revelará la gloria del Señor y todos los hombres la verán”. Así ha hablado la boca del Señor. Sube a lo alto del monte, mensajero de buenas nuevas para Sión; alza con fuerza la voz, tú que anuncias noticias alegres a Jerusalén. Alza la voz y no temas; anuncia a los ciudadanos de Judá: “Aquí está su Dios. Aquí llega el Señor, lleno de poder, el que con su brazo lo domina todo. El premio de su victoria lo acompaña y sus trofeos lo anteceden. Como pastor apacentará a su rebaño; llevará en sus brazos a los corderitos recién nacidos y atenderá solícito a sus madres”. Palabra de Dios.

SALMO RESPONSORIAL del salmo 103, lb-2. 3-4. 24-25. 27-28. 29-30.

R. Bendice al Señor, alma mía. Bendice, al Señor, alma mía; Señor y Dios mío, inmensa es tu grandeza. Te vistes de belleza y majestad, la luz te envuelve como un manto. R. Por encima de las aguas construyes tu morada. Las nubes son tu carro; los vientos, tus alas y mensajeros; y tus servidoras, las ardientes llamas. R. ¡Qué numerosas son tus obras, Señor, y todas las hiciste con maestría! La tierra está llena de tus creaturas, y tu mar, enorme a lo largo y a lo ancho, está lleno de animales pequeños y grandes. R. Todos los vivientes aguardan que les des de comer a su tiempo; les das el alimento y lo recogen, abres tu mano y se sacian de bienes. R. Si retiras tu aliento, toda creatura muere y vuelve al polvo. Pero envías tu espíritu, que da vida, y renuevas el aspecto de la tierra. R.

SEGUNDA LECTURA

[Él nos salvó mediante el bautismo, que nos regenera y nos renueva, por la acción del Espíritu Santo.]
De la carta del apóstol san Pablo a Tito 2, 11-14; 3, 4-7
Querido hermano: La gracia de Dios se ha manifestado para salvar a todos los hombres y nos ha enseñado a renunciar a la irreligiosidad y a los deseos mundanos, para que vivamos, ya desde ahora, de una manera sobria, justa y fiel a Dios, en espera de la gloriosa venida del gran Dios y salvador, Cristo Jesús, nuestra esperanza. Él se entregó por nosotros para redimirnos de todo pecado y purificarnos, a fin de convertirnos en pueblo suyo, fervorosamente entregado a practicar el bien. Al manifestarse la bondad de Dios, nuestro salvador, y su amor a los hombres, él nos salvó, no porque nosotros hubiéramos hecho algo digno de merecerlo, sino por su misericordia. Lo hizo mediante el bautismo, que nos regenera y nos renueva, por la acción del Espíritu Santo, a quien Dios derramó abundantemente sobre nosotros, por Cristo, nuestro salvador. Así, justificados por su gracia, nos convertiremos en herederos, cuando se realice la esperanza de la vida eterna. Palabra de Dios.

ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Cfr. Lc 3, 16

R. Aleluya, aleluya. Ya viene otro más poderoso que yo, dijo Juan el Bautista; él los bautizará con el Espíritu Santo y con fuego. R. Aleluya.

 

EVANGELIO

Después del bautismo de Jesús, el cielo se abrió.

Del santo Evangelio según san Lucas 3, 15-16. 21-22 En aquel tiempo, como el pueblo estaba en expectación y todos pensaban que quizá Juan el Bautista era el Mesías, Juan los sacó de dudas, diciéndoles: “Es cierto que yo bautizo con agua, pero ya viene otro más poderoso que yo, a quien no merezco desatarle las correas de sus sandalias. Él los bautizará con el Espíritu Santo y con fuego”.
Sucedió que entre la gente que se bautizaba, también Jesús fue bautizado. Mientras éste oraba, se abrió el cielo y el Espíritu Santo bajó sobre él en forma sensible, como de una paloma, y del cielo llegó una voz que decía: “Tú eres mi Hijo, el predilecto; en ti me complazco”. Palabra del Señor.
Se dice Credo.

ORACIÓN DE LOS FIELES:

Oremos a nuestro Salvador, que quiso ser bautizado para santificar nuestro bautismo, y pidámosle que se compadezca de quienes ha querido que fueran sus hermanos:

1. Para que Cristo, en quien el Padre se complace, mire con amor a todos los que se preparan para el bautismo o la confirmación, o preparan el bautismo o la confirmación de sus hijos, roguemos al Señor.

2. Para que Cristo ilumine a los que buscan a Dios con sinceridad de corazón y les haga oír la voz del Padre que los llama a escuchar a su Hijo amado, y los conduzca hacia el baño de regeneración, roguemos al Señor.

3. Para que Cristo –el Enviado del Padre, que no quiebra la caña resquebrajada ni apaga la mecha que aún humea– conceda la salud a los que viven oprimidos por los poderes del enemigo malo, roguemos al Señor.

4. Para que Cristo –el Hijo amado, que quiso ser bautizado por Juan en el Jordán– nos haga descubrir y amar la grandeza del bautismo cristiano, don del amor de Dios a los hombres, roguemos al Señor.

Padre todopoderoso, que haces resonar tu voz magnífica en las aguas del bautismo y en la unción de la confirmación, escucha nuestras oraciones, y concede a los renacidos del agua y del Espíritu ser testigos valientes de la fe que profesan. Por Jesucristo, nuestro Señor.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Acepta, Señor, los dones que te presentamos en la manifestación de tu Hijo muy amado, para que la oblación de tus hijos se convierta en el mismo sacrificio de aquel que quiso en su misericordia lavar los pecados del mundo. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.
PREFACIO: El Bautismo del Señor.
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno.
Porque mostraste en el Jordán con signos admirables el misterio del nuevo bautismo, para que por aquella voz, venida del cielo, creyéramos que tu Palabra ya estaba habitando entre nosotros y, por el Espíritu Santo, que descendió en forma de paloma, se supiera que Cristo, tu Siervo, era ungido con óleo de alegría y enviado a anunciar el Evangelio a los pobres.
Por eso, a una con los coros de los ángeles, te alabamos continuamente en la tierra, aclamando sin cesar: Santo, Santo, Santo…

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Jn 1, 32. 34

Este es aquel de quien Juan decía: Yo lo he visto y doy testimonio de que él es el Hijo de Dios.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Saciados con estos sagrados dones, imploramos, Señor, tu clemencia, para que, escuchando fielmente a tu Unigénito, nos llamemos y seamos de verdad hijos tuyos. Por Jesucristo, nuestro Señor.


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