LO DIJO MONTOYA, 5 DE ENERO DE 2022.


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NINGÚN JOROBADO VE SU JOROBA

Por: Roberto Montoya Martínez

Nos admirábamos de que Televisa hizo un programa de año nuevo burriel, chafa y horroroso. Pero TV Azteca se voló la barda en cuanto a cutrés y peladaje se refiere. Pese a tener un buen elenco artístico, sus conductores dieron la mala nota, plagando de vulgaridad y relingues a un especial de fin e año que pudo haber hecho la diferencia, y que acabó siendo una horrenda cochinada. Échense este trompo al’ uña.

El especial de fin de año transmitido por Azteca Uno, recibió sendas críticas, en su mayoría negativas y desfavorables, dado lo furris y corriente de su contenido. La calidad brilló por su ausencia en esa programación. Sergio Sepúlveda, Anette Cuburu, Laura G y otra punta de guarros, que en eso se han convertido en esa noche, tuvieron arranque de yegua, pero acabaron teniendo parada de burro.

Lo que estuvo hasta cierto punto tolerable fue el mandarriazo que se dio el Capi Pérez, al sabotear sin querer una declaración de matrimonio, Eso fue pecata minuta.

Lo que si estuvo grueso es que le dieron voz al público, y este hizo gala de su trompabulario, sacando de su boca, tepocatas y víboras prietas.

Eso echó a perder la transmisión, degradándola en formas tales, que el santo tribunal de las redes sociales les recriminó por tanta vulgaridad y exceso de peladaje.

De lo poco rescatable de esa transmisión, fue la presentación de algunos clips de Vicente Fernández tomados de su DVD Primera Fila. En lo tocante al desarrollo, les faltó imaginación, no sabían lo que hacer, hasta Laura G andaba enseñando su pierna flaca a pesar del frío que hacía. A veces los recursos desesperados echan por tierra una buena transmisión.

Ningún jorobado ve su joroba. TV Azteca no reconoce que su especial de fin de año estuvo fatal. Lo que hicieron los de San Ángel tampoco fue la gran cosa, pero los de la televisora del Ajusco se llevaron la corona por haber presentado un programa macuarro, cutre, corriente y vulgar. Está bien ser cercano al pueblo, pero no al extremo de que eche sus carnes en cadena nacional. Se puede ser cochi, pero no tan trompudo.


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