Que no lo engañen Gobernador con números estadísticos que no reflejan la realidad criminal que padece el Estado.
Viernes 10 de diciembre de 2021.
Se burocratiza la estrategia de seguridad pública en Sinaloa. Se reúnen los miembros del Consejo Estatal de Seguridad Pública para revisarla y delinear nuevos proyectos de escritorio para combatir la inseguridad.
El Salón de Gobernadores del Palacio de Gobierno se abarrotó de asistentes a una reunión que no representa en lo más mínimo la solución a la inseguridad que padece el Estado. Fue más bien un encuentro político por la abundancia de saludos y abrazos con el Gobernador que de información de buenos resultados.
El fenómeno se recicla. Los planes y programas para la seguridad de los sinaloenses se formalizan mediante acuerdos de escritorio ante una burocracia que se delita con una aromática tasa de café que dimensionar la grave crisis de criminalidad que se recrudece en el Estado. Había más asistentes en dicha reunión que policías patrullando en las calles del estado.
Espero que en la orden del día que presentó el premiado secretario ejecutivo del consejo estatal de seguridad pública, haya incluido la recuperación de los estados de fuerza policiales, porque para inhibir el fenómeno de la inseguridad habrá que tener más elementos policiales porque la presencia policial quiérase o no desalienta el crimen.
Se habló de la creación de la Universidad del Policía. De los nuevos perfiles policiales que serán formados para la seguridad interior del estado y mejoramiento integral de la investigación del ministerio público.
Seguro que se habló de la estadística criminal que registra Sinaloa. Los datos informados no corresponden a la realidad delictiva de la entidad por la habilidad de los pinceles utilizados por los diseñadores estadígrafos, quienes se encargan de encubrir las cifras reales de los hechos delictivos que vienen ocurriendo y que no debe reflejar cifras que alienten el temor social.
No encuentro respuestas para calificar la información que debió proporcionar el secretario estatal de seguridad pública, porque como miembro de dicho consejo estaba obligado a participar. Sino tuvo argumentos ante el congreso del estado para justificar algunos gastos considerables realizados en la dependencia a su cargo, menos tendría argumentos explicativos para justificar lo que no se ha hecho para detener una criminalidad que galopa demasiado rápido en el Estado.
El Gobernador se encuentra entre las cuerdas. No tiene flanco de retirada. Lo embarcaron con recomendaciones militares para conservar una estructura militarizada en las instituciones policiales que no ha funcionado. Tendrá que tomar decisiones, aunque quebrante los acuerdos con el Ejecutivo Federal.
La seguridad de los sinaloenses es un imperativo. El voto popular se le concedió porque había y hay confianza para que las condiciones de seguridad en el estado sean una realidad. El tiempo todavía es suyo. Los ineptos no son para considerarlos o mantenerlos en puestos que no están hechos para ellos.
Que no lo engañen Gobernador con números estadísticos que no reflejan la realidad criminal que padece el Estado.
Las desapariciones forzadas siguen ocurriendo e incrementando el número. Un hecho que debe detenerse, porque la seguridad personal se encuentra en riesgo para cualquiera de nosotros.
Las investigaciones del ministerio público carecen de confianza y credibilidad social. Urge recuperar la paz que por mucho tiempo ha sido anhelada por los sinaloenses. Qué difícil es poder alcanzarla. Un hecho grave como la violación ocurrida en el Jardín Botánico de Culiacán, aparentemente sencillo de resolver, se les hizo bola el engrudo y con el riesgo de que forme parte de esa indeseable estadística criminal de delitos sin solución.
¿Usted qué opina?
