ORGULLOSAMENTE TERCOS
Por: Roberto Montoya Martínez
Indudablemente Televisa siempre tiene por costumbre meterle el pie a su propia gente. Y esta vez no fue la excepción. En aras de dizque limpiarle la imagen a una de sus conductoras estrella, la lanzaron al ruedo, sin imaginar que quedaría más raspada que un trepadero de mapache, dado que su situación está más que comprometida. Con amigos como esos ¿Para qué necesita enemigos? No crean que le hicieron un favor. Por el contrario, la terminaron de perjudicar. Pongan ojo al parche.
Galilea Montijo fue lanzada como carne de cañón para ser la conductora estrella e imagen de Teletón, al cual acabó de hundir, pues dicho organismo en los últimos años ha sido cuestionado por el destino de sus donaciones, que precisamente no iba a parar a los famosos CRIT.
La conductora jalisciense ha estado en la picota durante los últimos meses. No conforme con amasar una cuantiosa fortuna, cuya procedencia es dudosa para lo que realmente gana un conductor de TV. Ahora le endilgan una relación con un capo de la mafia, cuyo nombre nos reservamos por motivos de seguridad. Ella dice y asegura que lo expuesto por la periodista Anabel Hernández en su más reciente publicación, es una sucia y falaz mentira. Hasta hizo un video pidiendo que ya acabe el linchamiento mediático. Tal parece que a esta mujer ya le gustó ponerse de pechito.
La televisora para la cual trabaja no le pidió, le exigió que apareciera en el Teletón, cosa a la cual se iba a negar, sabedora de las broncas en las que está metida, cosa que a la empresa le importó un cuerno.
Le vendieron a Gali la idea que si le sacaba al bulto, le iba a hacer el caldo gordo a sus detractores y haters, quedando ella ante la opinión pública como una cobarde que no supo afrontar las consecuencias de sus actos. Muy a su pesar, y el de la Fundación Teletón, ella salió a dar la cara en la emisión anual de esta colecta en pro de los niños con capacidades diferentes.
Todo transcurrió con normalidad hasta que el tribunal de la santa Inquisición que son las redes sociales, la lapidaron peor que a María Candelaria.
La indignación de los cibernautas no se hizo esperar. Trolls como “Pídele a tu comadree su donativo”, “Acude a tus padrinos para que aporten a la causa” y frases de similar corte, por demás insultantes, hacían referencia a lo que evidencia Anabel Hernández, asegurando con total contundencia los nexos de la conductora con el hampa.
La gente consideró que la tapatía no tenía la calidad moral para encabezar el elenco de Teletón. Dichos lloros no fueron escuchados por la televisora de San Ángel, que siempre se ha distinguido por ignorar olímpicamente a sus enajenados televidentes.
Con todo y el bullying cibernético, Galilea resistió estoica la carrilla que recibió en redes sociales., Pese a su profesionalismo, cumplió con su encomienda a chaleco, bajo protesta y en contra de su voluntad.
Televisa hizo honor al slogan de la campaña de este año de Teletón. Son orgullosamente tercos. Galilea volvió a ser blanco de críticas ácidas y burlas atroces, y a pesar de todo, se ha aguantado a lo macho.
Si el Teletón tuvo poco rating, ya saben a quién culpar, y no precisamente a la tapatía, que al final tuvo que pagar el pato.
La televisora lejos de reivindicar y limpiar la imagen de una de sus icónicas conductoras, vilmente y sin piedad la mandó al patíbulo. Mientras su esposo e hijo están fuera de México, ella se quedó a aguantar vara, ya que la conductora aunque quisiera, no puede dejar de ir a trabajar, pues la empresa le aconseja que no le saque, porque quien nada debe, nada teme. Abusan de ella porque la tienen firmada en exclusiva, pero eso no es sinónimo de que se aprovechen de ella como lo han hecho últimamente. Ahí sí, salió peor el remedio que la enfermedad.