Decir que se investiga a la policía de Culiacán por posible colusión con la delincuencia organizada, sería un acto de plena legalidad. Cuando se dice que solo se detuvo a dos elementos policiales por ese motivo es una desvergonzada irresponsabilidad.
Detener dos policías, por posibles complicidades con miembros de la delincuencia organizada, sería una acción natural, pero anunciar que se investigaba a la policía es dañar a toda una institución y a la mayoría de los elementos que la integran.
La sociedad calla, sus organizaciones también. ¿quiere decir que hemos llegado al absurdo de dar crédito a la mentira y no hemos tenido la capacidad para desmentirla? ¿Seguiremos permitiendo que se siga enlodando a los policías que se esfuerzan para darle a la sociedad de Culiacán y Sinaloa, la seguridad que demanda de hace muchos años?
Los Abogados se manifestaron contra un posible engaño en el procedimiento llevado a cabo para realizar la selección de quien será el Fiscal de Sinaloa, también lo hicieron los empresarios defendiendo lo que a todas luces no se puede ocultar. Simulación y comedia.
Por ahora, ese hecho no es el asunto. Pero que insano resulta que la sociedad organizada calle cuando la policía de Culiacán, no se dijo que a dos policías, es señalada de que es investigada por complicidades con miembros de la delincuencia organizada.
¿Dos policías arrestados por presumiblemente estar coludidos con miembros de la delincuencia organizada, sería suficiente para enlodar a toda una corporación? ¿Cuándo se detuvo por sospecha de vínculos con la delincuencia organizada al exsecretario de la defesa nacional Salvador Cienfuegos no se descalificó a toda la institución castrense por presuntos vínculos con la delincuencia organizada, o sí?
Respeten las instituciones y castíguese a los responsables de coludirse con la delincuencia. Tengan cuidado en informar la comisión de delitos. Dígase que se detuvo a uno o a dos policías por estar señalados con el crimen organizado, pero no inflijan perjuicios a toda una institución y a la gran mayoría de los policías honestos que la componen.
Invito a la sociedad organizada que se manifiesten contra ese tipo de atropellos que vienen desde los mandos militares que se han apoderado de las corporaciones civiles de seguridad pública, que dejen de tirar estiércol y se preocupen por reclutar y formar policías en el Instituto Estatal de Ciencias Penales y dejen de mantenerlo como el gran elefante blanco que lo han convertido y muy costoso para el presupuesto estatal.
Los estados de fuerza se adelgazan cada vez más. No hay interés por recuperarlos. Los Presidentes Municipales, le han dado la espalda a esa realidad. En Culiacán, se premia la incapacidad ratificando a los mandos militares al frente de la Secretaría de Seguridad Pública, cuando la situación de inseguridad en el Municipio es un infortunio. Peor es el caso de la Secretaría de Seguridad Pública Estatal.
¿El mando militar que las dirige estará actuando por consigna y con el insano propósito de dañar la imagen de la institución civil y a los elementos policiales que en su gran mayoría merecen ser respetados, para darle presencia a la Guardia Nacional?
Cuál será el nuevo diseño institucional para las policías en Sinaloa, porque al parecer nadie se ha preocupado por definirlo. La Universidad del Policía debe estar sustentada en sus objetivos, para formar el modelo policial que se quiere y alinearlo en la nueva filosofía de nuestro sistema penal.
¿Usted qué opina?
