SINALOA INICIA SU CAMBIO CON EL NUEVO GOBIERNO


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Una organización política de nueva creación, una ideología incluyente y una declaratoria de combate a la corrupción, han sido los motores que han impulsado su posicionamiento en la confianza social.


Es una mezcla de ideologías que a veces colisionan, pero no estallan. Hay diferencias, pero concilian. Pero sobre todo surge una sociedad cada vez más numerosa que les da su apoyo y los alienta. Una agrupación política con discurso sencillo, que dentro de la desconfianza de inicio poco a poco incorpora nuevos adeptos.

No se define como de izquierda basada en la ideología marxista-leninista. No es una izquierda que inspire temor al agarrar el timón del gobierno. Es un movimiento de regeneración nacional. Los más reacios en aceptar este tipo de gobierno son los empresarios capitalistas que crecieron al amparo de los gobiernos contrarios a Morena.

Se resisten a aceptar y reconocer el cambio porque aspiran a recuperar el terreno perdido. La etapa de privilegios duró muchas décadas. Se niegan a reconocer que sus riquezas han sido producto de lo mucho que han obtenido del gobierno y de lo que no han pagado a sus propios trabajadores.

Evasión de impuestos, salarios y prestaciones de hambre, explotación abusiva de la fuerza de trabajo, y una corrupción que han propiciado que durará muchos años poderla erradicar. Es lo que se ha visto de un empresariado mexicano que se resiste a dejar los hábitos neocolonialistas y del autoritarismo económico. Hay, sin embargo, empresarios solidarios con la forma de gobernar de un partido político que ha sabido entrar en la conciencia de las mayorías, que aun con las críticas mediáticas el Presidente continua teniendo los adeptos incluso para permanecer en el poder aun con la implementación de un proceso de revocación de mandato.

La sociedad está sorprendida al presenciar como el discurso de la sanación administrativa va cobrando espacios de confianza y que cada vez más amplían su cobertura de credibilidad y de arraigo en la conciencia colectiva.

Sinaloa inicia un gobierno con una fuerza política distinta de las que tradicionalmente habían gobernado al Estado. Es una demostración soberana del juego democrático de la sociedad que vota. Una sociedad que busca mejores espacios de oportunidad para llevar al gobierno actores políticos con ideologías distintas en la búsqueda de su bienestar general.

Los partidos políticos como el PRI y el PAN tuvieron muchas oportunidades para desarrollar estrategias políticas para el bienestar social, pero le fallaron a la sociedad que votó por ellos. La corrupción y las ambiciones de poder pesaron más que los deseos de favorecer al que menos tiene. Desarrollaron programas de beneficio social en los presupuestos oficiales, pero los beneficios nunca llegaron a sus destinatarios.

La sociedad enojada, les dio la espalda y ahora reciben lo que aquellos le negaron. Bolsillos llenos con el botín de los programas de beneficio social. Engaño popular que ahora se paga. Por ello, la sociedad alienta un gobierno que demuestra sensibilidad, encuentros personalizados para la solución de sus problemas y la disposición de un gobernador que va al encuentro del conflicto y con la solución en cartera. Bienestar social y familiar y combate a la corrupción, dos objetivos que habrá de alcanzar. Sinaloa, va por más.

¿Usted qué opina?

 

 

 


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