Prevenir es anticiparnos a la comisión de conductas antisociales que pueden ser delictivas o infractoras a normas gubernamentales. Manuales o planes y programas hay muchos, el bando de policía entre ellos. Falta iniciativa para operarlos.
Viernes 22 de octubre de 2021.
La prevención permanece guardada en los archiveros oficiales y en la voluntad política del gobernante. Instituciones creadas para dirigir programas de participación comunitaria las hay. Cuestan mucho al presupuesto y no ve que promuevan valores y arraiguen el sentido de pertenencia y de colaboración entre todos.
La prevención es educar, es necesaria para revertir el espectáculo nocivo de las conductas antisociales, por ello la urgencia de retomar con seriedad la enseñanza que imponga los valores del civismo y del respeto universal entre todos.
El delito degrada a una sociedad. La convierte en rehén de la criminalidad, la vuelve temerosa y no produce calidad. Llenar prisiones o abriendo nuevas, no es otra cosa que el reflejo de una sociedad en crisis y sin educación.
La alarma de la disfuncionalidad familiar y social suena cada vez más fuerte. Debemos ponernos alerta. La degradación social avanza de manera acelerada y se vuelve más fuerte la adicción a las drogas y al alcohol.
La sociedad avanza y sus convicciones como grupo se confunden. Hay diferencias que polarizan sus posturas. Grupos que fuerzan la aceptación al matrimonio igualitario, descriminalizar el aborto, entre otros. Para orientar esas nuevas formas en la organización social, se debe orientar para prevenir posturas que polaricen el comportamiento social y se conviertan en delito. Los patrones culturales que vienen imponiéndose en el grupo social que no desorienten a nuestra niñez y juventud que sirvan para arraigar convicciones y las bondades de las nuevas ideologías sociales y de vida. Que no se destruya el alma ni la racionalidad.
En las escuelas la disciplina está fallando. Disciplinar al alumno no es maltratarlo, es orientarlo sobre como dirigir su comportamiento y evitar las diferencias dirigidas al conflicto. Sensibilizar la actitud humana basada en el respeto, seguro que los cambios en el comportamiento social los habremos de tener.
Que no se actúe cuando el delito se comete. Es el hecho que debe evitarse si se actúa de manera oportuna. Hay instituciones, se tienen programas con excelentes contenidos, hay recursos humanos muy profesionales, pero el desgano y la indiferencia han evitado llevarlos a la práctica. Hace falta la iniciativa con liderazgo.
Promuevan intensamente acciones inmediatas y continuas para que la niñez y la juventud mexicana regresen a las aulas, oferten condiciones de apoyo que los atraigan. La pandemia no ha sido quien los esté alejando, el problema es mucho más viejo, es el crimen organizado quien los está jalando a portar armas y cometer delitos.
El programa de bacas para estudiar debe funcionar mejor. Que no sea una simulación. Que los Padres de Familia y también los maestros, reconozcan que el gobierno se interesa para que el niño y el joven asistan a la escuela. La corresponsabilidad debe ser un compromiso para que el tejido social poco a poco se vaya saneando.
La violencia irrita. La educación te enseña. Si aprendes a respetar y tienes asegurado tu futuro escolar seguro que estaremos cortando esa cadena de odios y rencores. Si tienes empleo y percibes un ingreso digno y seguro, tendrás motivos para defender lo tuyo y proteger a tu familia.
No es con el uso de la fuerza como sanearemos ese baso comunicante por donde se desliza la violencia y desencadenan los delitos. La policía debe ser la última ratio en la prevención como en el delito, la prisión.
¿Usted qué opina?