REGRESO PRESENCIAL A CLASES. LA UNIVERSIDAD Y LA FAMILIA


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Un paso decisivo en la conducción de la Casa Rosalina del Rector Jesús Madueña Molina.


Miércoles 6 de octubre de 2021.

Experiencia amarga ha dejado la pandemia del coronavirus. Un número muy elevado de fallecidos, todavía los hay, y demasiados enfermos. Las condiciones de salud parece que mejoran y es tiempo de analizar el regreso a la actividad escolar.

Los riesgos todavía subsisten, pero el mapa de contagios aconseja que las condiciones para un regreso a las escuelas permiten hacerlo adoptando los protocolos recomendados por las autoridades de salud. El Rector conoce de los riesgos que representa.

Preocupa la decisión tomada, pero es una exigencia nacional. Autoridades, maestros y alumnos, tendrán que aportar cada uno lo suyo para preservar las condiciones de salud, y evitar el contagio colectivo.

Los Padres de familia son depositarios del deber de contribuir para que sus hijos promuevan un comportamiento ordenado para que las medidas sanitarias respondan con mayor eficacia. El cuidado colectivo hará menos propicio el riesgo de contagio. Uso de cubrebocas, gel desinfectante y la sana distancia.


La población uaseña, es alta, supera los ciento setenta mil estudiantes. Agréguele usted, el personal académico y administrativo estaríamos hablando de una cifra cercana a las doscientas mil personas. La organización no fue sencilla. Establecer condiciones de seguridad para los alumnos y maestros, fueron cuidadosamente discutidas. Los acuerdos se tomaron con la debida responsabilidad en la pasada reunión del Colegio de Directores donde se dialogó a profundidad, se analizaron y finalmente aprobaron las reglas de operación para decidir el regreso presencial a clases el próximo 18 de octubre del año en curso.

Madueña Molina, es un funcionario universitario que cuida en extremo los asuntos en los que interviene. Sabe tomar decisiones, pero cuidando siempre las recomendaciones colegiadas. El trabajo de preparación para el regreso anunciado, ya se inició. Las aulas y los espacios que requiere el estudiantado en este masivo regreso presencial a las escuelas acogen los encargos de las autoridades de salud.

Hay confianza en el regreso muy cercano. Los Padres de familia se preocupan, pero están conformes, son sus hijos y desean que su salud esté segura. La universidad es grande pero sus retos son mayores.


Un rectorado que impone autoridad académica, gobernabilidad con rumbo, desarrollo institucional con visión de futuro y relaciones de respeto con quien asumirá la gubernatura del Estado el próximo mes de noviembre, son elementos que la fortalecen, pero también cuenta con una sociedad que cree en ella por el prestigio ganado con su enseñanza de calidad.

Que hay inconformes, que bien que los haya. Sus opiniones enriquecen mucho más lo que en la Universidad se hace, pero reconocen la educación de calidad que oferta a la población sinaloense. Su compromiso social está presente, atiende y reconoce las necesidades familiares, permitiendo espacios a todos los que aspiren a formar parte de ella bajo un principio inalienable de universalidad educativa.

Otorguemos el aval social al Rector y a sus autoridades, para que la pandemia no siga interrumpiendo la labor educativa en la formación de nuestros hijos. No hagamos alarma de contagios aislados. Sumemos todos para continuar. No fragmentemos o abortemos un regreso a clases porque es una necesidad.

¿Usted qué opina?


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