No es el título de una poesía. Es lo que por muchos años hemos vivido en seguridad pública y procuración de justicia.

Como nación soberana, nos dotamos de estructura jurídica para normar nuestros comportamientos dentro de un marco legal que disciplinara nuestras faltas como ciudadanos y castigara los delitos quien los cometiera.

Ese ambiente de armonía, de respeto y de colaboración comunitaria, parece de sueño. El bando de policía y gobierno se ha guardado en los escritorios porque las faltas que se cometen en violación al mismo, escasamente se sancionan. Los delitos se registran en las carpetas ministeriales y se desatienden en muchos casos por cuestiones de competencia y, en los demás, quedan empolvados en las gavetas de los escritorios, sin ser investigados, como sombras que cobijan la impunidad.

Tenemos todo para construir grandes fortalezas que detengan al infractor y al corrupto y se castigue al delincuente. Ya basta de aquellos tiempos en que el político o el gobernante acumulaba grandes fortunas en su provecho personal y en agravio al presupuesto público. mucho se dijo, se dieron nombres y no hubo castigos.

La sociedad está sedienta de que se castigue al corrupto, pero también al delincuente. Justicia todavía no se ha hecho. Aplaudo al Presidente que poco a poco avanza con la aprobación de la gente. Se reducen salarios de funcionarios con el enojo de muchos. Un País de necesidades y de cobertor remendado, acometió ese brillo deslumbrante de pesos y centavos que iluminaban a unos cuantos. La decisión presidencial tomada ha sido bien vista y aprobada, pero me agacho ante la ofensa recibida de los corruptos al chicotazo recibido.

Mucho falta por hacer. La ambición desmedida de algunos puso en jaque al Presidente con la intención de acabar con los privilegios económicos de los funcionarios en el gobierno. Las bases están puestas. El tejido legal hará su función. Salarios de Directores y Ministros, muy altos y ofensivos para un País de remendados.

Quedan manchas todavía, habrá que limpiarlas con líquido corrosivo porque el detergente ni salpullido les sacará. Las auditorías tendrán mucho que hacer, porque seguro que más de alguno de los que se irán, tendrán que rendir cuentas de lo que llevan en el morral, sin importar a que embajada se van.

Seguridad pública y procuración de justicia, continúan con mayúsculas fosforescentes en el papel. Sueños y penumbras lo que hay, realidades quizá las veamos al despertar. Todavía no escuchamos lo que vendrá. ¿Alineamientos políticos al proyecto federal? Es la encrucijada en la que está el próximo gobernador de la entidad.

Esperemos que el sueño no sea largo y que el despertar ilumine la tranquilidad de los sinaloenses y se destierren las penumbras que por mucho tiempo han opacado la seguridad que deseamos.

¿Policía civil o milicia policial? ¿Qué opinarían las organizaciones de la sociedad civil y empresarial? ¿Cómo se conducirían los colegios de profesionistas? Ojalá y que sus pronunciamientos se apartaran de conveniencias o de compromisos políticos.

¿Usted qué opina?