SANTA MISA DOMINGO 25 DE JULIO DE 2021. XVII DEL TIEMPO ORDINARIO


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Jesús distribuyó el pan a los que estaban sentados, hasta que se saciaron.


Evangelio del Domingo – Odres Nuevos

Señor, concédenos poder participar con verdadero amor, atención y piedad de esta Eucaristía que te ofrecemos.

primero, para adorarte y agradecerte todos los beneficios que nos has hecho; segundo, para pedirte perdón de nuestros pecados y los de todos los hombres; tercero, para suplicarte las gracias que nos son necesarias para nuestra vida y para este día en concreto.

Ofrezco en particular esta Misa para mi esposa Magdalena Rodríguez Aguiluz, gracias señor por tu intersección; eres grande y tus tiempos son perfectos, fortalécela para que su recuperación sea pronta y exitosa. Gracias, Gracias, Gracias.

De igual forma, señor suplicamos por todos las personas que están sufriendo alguna enfermedad para que las protejas y bendigas con tu manto sangrado.

Concédenos, Seńor, asistir a esta Misa con los mismos sentimientos de amor y piedad de tu Madre al pie de la Cruz. Con el espíritu y fervor con que la vivieron los santos.

Te suplico que nos ayudes a prepararnos para recibirte dignamente Dios nuestro salvador hará el milagro, Señor en ti confío.

ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 67, 6-7. 36

Dios habita en su santuario; él nos hace habitar juntos en su casa; es la fuerza y el poder de su pueblo.
Se dice Gloria.

ORACIÓN COLECTA

Señor Dios, protector de los que en ti confían, sin ti, nada es fuerte, ni santo; multiplica sobre nosotros tu misericordia para que, bajo tu dirección, de tal modo nos sirvamos ahora de los bienes pasajeros, que nuestro corazón esté puesto en los bienes eternos. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.

PRIMERA LECTURA

[Comerán y todavía sobrará.] Del segundo libro de los Reyes 4, 42-44
En aquellos días, llegó de Baal-Salisá un hombre que traía para el siervo de Dios, Eliseo, como primicias, veinte panes de cebada y grano tierno en espiga. Entonces Eliseo dijo a su criado: “Dáselos a la gente para que coman”. Pero él le respondió: “¿Cómo voy a repartir estos panes entre cien hombres?” Eliseo insistió: “Dáselos a la gente para que coman, porque esto dice el Señor: ‘Comerán todos y sobrará’ “. El criado repartió los panes a la gente; todos comieron y todavía sobró, como había dicho el Señor. Palabra de Dios.

SALMO RESPONSORIAL del salmo 144, 10-11. 15-16. 17-18

R. Bendeciré al Señor eternamente. Que te alaben, Señor, todas tus obras y que todos tus fieles te bendigan. Que proclamen la gloria de tu reino y den a conocer tus maravillas. R. A ti, Señor, sus ojos vuelven todos y tú los alimentas a su tiempo. Abres, Señor, tus manos generosas y cuantos viven quedan satisfechos. R. Bendeciré al Señor eternamente. Siempre es justo el Señor en sus designios y están llenas de amor todas sus obras. No está lejos de aquellos que lo buscan; muy cerca está el Señor de quien lo invoca. R.

SEGUNDA LECTURA

[Un solo cuerpo, un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo.] De la carta del apóstol san Pablo a los efesios 4, 1-6
Hermanos: Yo, Pablo, prisionero por la causa del Señor, los exhorto a que lleven una vida digna del llamamiento que han recibido. Sean siempre humildes y amables; sean comprensivos y sopórtense mutuamente con amor; esfuércense en mantenerse unidos en el espíritu con el vínculo de la paz. Porque no hay más que un solo cuerpo y un solo Espíritu, como también una sola es la esperanza del llamamiento que ustedes han recibido. Un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo, un solo Dios y Padre de todos, que reina sobre todos, actúa a través de todos y vive en todos. Palabra de Dios.

ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Lc 7, 16

R. Aleluya, aleluya. Un gran profeta ha surgido entre nosotros. Dios ha visitado a su pueblo. R. Aleluya.

▷ Evangelio del Domingo - Lecturas del Domingo ?

EVANGELIO

Jesús distribuyó el pan a los que estaban sentados, hasta que se saciaron.

Del santo Evangelio según san Juan 6, 1-15
En aquel tiempo, Jesús se fue a la otra orilla del mar de Galilea o lago de Tiberíades. Lo seguía mucha gente, porque habían visto las señales milagrosas que hacía curando a los enfermos. Jesús subió al monte y se sentó allí con sus discípulos. Estaba cerca la Pascua, festividad de los judíos. Viendo Jesús que mucha gente lo seguía, le dijo a Felipe: “¿Cómo compraremos pan para que coman éstos?” Le hizo esta pregunta para ponerlo a prueba, pues él bien sabía lo que iba a hacer. Felipe le respondió: “Ni doscientos denarios bastarían para que a cada uno le tocara un pedazo de pan”. Otro de sus discípulos, Andrés, el hermano de Simón Pedro, le dijo: “Aquí hay un muchacho que trae cinco panes de cebada y dos pescados. Pero, ¿qué es eso para tanta gente?” Jesús le respondió: “Díganle a la gente que se siente”. En aquel lugar había mucha hierba. Todos, pues, se sentaron ahí; y tan sólo los hombres eran unos cinco mil. Enseguida tomó Jesús los panes, y después de dar gracias a Dios, se los fue repartiendo a los que se habían sentado a comer. Igualmente les fue dando de los pescados todo lo que quisieron. Después de que todos se saciaron, dijo a sus discípulos: “Recojan los pedazos sobrantes, para que no se desperdicien”. Los recogieron y con los pedazos que sobraron de los cinco panes llenaron doce canastos. Entonces la gente, al ver la señal milagrosa que Jesús había hecho, decía: “Este es, en verdad, el profeta que había de venir al mundo”. Pero Jesús, sabiendo que iban a llevárselo para proclamarlo rey, se retiró de nuevo a la montaña, él solo. Palabra del Señor.
Se dice Credo.

ORACIÓN DE LOS FIELES:

Pidamos el auxilio del Espíritu Santo, a fin de que inspire nuestras oraciones e interceda por las necesidades de todo el mundo:

1. Por los que empiezan a conocer a Cristo y por los que desean la gracia del bautismo para ellos o para sus hijos, roguemos al Señor.

2. Por nuestra comunidad parroquial y para todos los que habitan en ella, a fin de que gocen de paz y prosperidad abundantes, roguemos al Señor.

3. Por los que persiguen a la Iglesia o se han alejado de la práctica de su fe, y por los pecadores que viven intranquilos por no abrirse a la luz del Espíritu y a la gracia de la conversión, roguemos al Señor.

4. Por todos los que estamos aquí reunidos y por aquellos por los que queremos rezar, para que el Señor nos guarde a todos en la fe y nos reúna en el Reino de su Hijo, roguemos al Señor.

Señor, Dios todopoderoso, que nos invitas a participar del «pan vivo bajado del cielo», haz que sepamos compartir cada vez más generosamente nuestro pan terreno, sobre todo con los necesitados, para que quede así satisfecha toda hambre, tanto del cuerpo como del espíritu. Por Jesucristo, nuestro Señor.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Recibe, Señor, los dones que por tu generosidad te presentamos, para que, por el poder de tu gracia, estos sagrados misterios santifiquen toda nuestra vida y nos conduzcan a la felicidad eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Sal 102, 2

Bendice, alma mía, al Señor, y no te olvides de sus beneficios.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Habiendo recibido, Señor, el sacramento celestial, memorial perpetuo de la pasión de tu Hijo, concédenos que este don, que él mismo nos dio con tan inefable amor, nos aproveche para nuestra salvación eterna. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.


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