LA IMPORTANCIA DE LOS JÓVENES ESTE 6 DE JUNIO.
Por: José Antonio Servin. 8 de Mayo del 2021.
“Los jóvenes tienen el poder de hacer una diferencia. Pero necesitan votar”.
Las elecciones intermedias del próximo 6 de representan un enorme reto para nuestra democracia en México pues se elegirán a 500 diputados federales, 300 de mayoría relativa y 200 de representación proporcional, junto con 15 gubernaturas y otros 21 mil 368 cargos a nivel local; el éxito de este proceso electoral se dará en función del nivel de participación ciudadana que se logre alcanzar. Es importante señalar que, en estas elecciones de mitad del sexenio, generalmente, el nivel de participación es sumamente inferior con respecto a aquellas en las que se elige al presidente de la República.
De acuerdo con el Instituto Nacional Electoral (INE), para este próximo periodo de comicios, 25 millones 662 mil 773 jóvenes de entre 18 y 29 años, se encuentran habilitados para ejercer su voto, cifra que representa el 29 por ciento de la lista nominal. No obstante, la cifra proporcionada por el INE, en México son los jóvenes quienes participan menos en la mayoría de los procesos políticos formales, tales como las elecciones.
Esto desafía la representatividad del sistema político y lleva a la privación de derechos y de representación de los ciudadanos jóvenes. También puede reforzar estereotipos que tratan a la gente joven como desinteresada en temas políticos, o simplemente como objetos de políticas sociales.
Los debates sobre la participación política de la juventud, por lo tanto, se han concentrado principalmente en motivar a la juventud para que vote y en impedir que grupos de jóvenes recurran a la violencia política.
Por ello, el estado debe promover la participación política responsable y democrática de los jóvenes, ya que el voto joven será clave en las elecciones mexicanas; si bien ha habido esfuerzos sociales por promover el voto de las personas jóvenes y el voto informado, es necesario incentivar su participación más allá del día de las elecciones.
Las juventudes deben tener las herramientas y la capacidad para influir en la toma de decisiones y en las políticas públicas, dotándoseles de información a través de acciones que fomenten la participación de jóvenes de entre 18 y 29 años, fomentando el desarrollo de las capacidades y los valores democráticos, facilitando que toda una generación sea independiente y realice aportaciones positivas a la sociedad.
La democracia en la juventud debe ser cultivada para que puedan llegar a ser actores prioritarios en la vida política nacional, a partir de escenarios más inmediatos y llegando hasta las instancias más importantes. Ya que son ellos, el futuro de nuestra nación, los que con ideas frescas e innovadoras pueden llegar a ser un cambio social capaz de transformar las condiciones del país.
Los nuevas generaciones deben contar con un espacio para interactuar, en el que los aspirantes a cargos expongan sus propuestas de gobierno en torno a diversos ejes temáticos, tales como desarrollo económico, infraestructura, seguridad, rendición de cuentas, entre otros y así lograr un mayor empoderamiento de nuestros jóvenes en la vida política de nuestro estado.