Mariah, de 4 años y residente en Brasilia, estaba ansiosa por ver a Santa Claus. Sin embargo, este año no podrá hacerlo personalmente y tendrá que conformarse con darle un abrazo virtual debido a la “nueva normalidad” impuesta por la pandemia de COVID-19.
Esta curiosa iniciativa para evitar los contactos físicos se celebra en la “Casa de Santa Claus“, en el Centro Cultural Banco do Brasil (CCBB), en Brasilia.
Allí, los niños se sientan en un gran sillón colocado frente a una pantalla donde el gordo bonachón de barba blanca venido de Laponia aparece sonriente y atento.
Después de una conversación rápida y algunas peticiones de regalos, los niños se despiden y un equipo esteriliza el sillón para la próxima familia.
“Los niños ya están acostumbrados a la interactividad virtual. Es una Navidad muy diferente, pero sigue con sus encantos”, comentó la madre de Mariah, Nadja Nobre.
Santa Claus está trabajando de forma remota desde su oficina en el Polo Norte, aclaran los organizadores a los niños.
Aunque, en realidad, esa oficina es una habitación oculta en el propio espacio navideño del centro comercial, donde hay una cámara que proyecta las reacciones del entrañable personaje en tiempo real.
La experiencia también es nueva para el actor Milber Freitas Souza, de 56 años, quien interpreta a Santa Claus.
Él cree que su imagen trae esperanza y ayuda a paliar los problemas, incluso en este formato inusual.
“Entre solicitudes de coches de juguete y muñecas, muchos niños piden que la pandemia del COVID-19 se acabe pronto porque extrañan ver a sus amigos e ir a la escuela”, dijo.
