Ahora sí, la hora del sur…?
-Por José Angel Sánchez López-
Un sueño no se hace realidad mágicamente: se necesita sudar, determinación y trabajo duro. Colin Powell.
Luego de decenas de años de ser solo un sueño que en el 2015 pareció convertirse en realidad solo para volver al sueño para que ahora si llegue la hora del sur con la anhelada construcción de la presa Santa María.
Promesas y compromisos de varios presidentes de la república, priistas y panistas, quedaron solo en compromisos incumplidos hasta que en el 2015 Enrique Peña Nieto puso en marcha los trabajos para su construcción con el propósito de ser terminada en el 2018.
Solo que poco después la realidad quedó en suspenso cuando los habitantes de los poblados y comunidades enclavados en la sierra rosarense, donde quedará el vaso de lo que será la presa, los paralizaron exigiendo cuantiosas indemnizaciones, además de poblados con servicios en donde serían reubicados.
Tal y como sucedió con la presa Picachos, donde los comuneros paralizaron las obras con demandas millonarias hasta que se lograron acuerdos para terminarla, así sucedió en este caso.
Mario López Valdez, gobernador en turno en esa época nada logró con los comuneros.
Quirino Ordaz Coppel al asumir la gubernatura asumió también el compromiso de buscar el arreglo a la vez que insistió en las gestiones ante el gobierno federal para que el proyecto no se cancelara.
Era imprescindible el arreglo con los comuneros para que cesaran los bloqueos y se desistieran del amparo que interpusieron para que el asunto se destrabara y poder continuar la obra.
Finalmente Quirino Ordaz Coppel logró convencer a los comuneros de la importancia que la presa tiene para el sur de Sinaloa y que entre los beneficiarios también estarían ellos, así como para que bajaran sus pretensiones y reafirmar el compromiso de la construcción de las viviendas a donde serán trasladados.
Logrado y firmado el acuerdo entre el Gobernador y los comuneros estos se desistieron del amparo y quedó libre el camino para que ese viejo sueño se convierta en realidad.
Así, el pasado fin de semana el Presidente López Obrador visitó las obras inconclusas y anunció la construcción de la magna obra ofreciendo terminarla para el 2023.
Y también anunció la construcción de la carretera de Rosario a la comunidad de Santa María.
Larga ha sido la lucha de los agricultores de Rosario y Escuinapa para lograr esta obra que, ahora sí, detonará el desarrollo agrícola de la región sur de Sinaloa.
Desde hace medio siglo los productores de aquella región venían pugnando por esa obra que aproveche las aguas del Rio Baluarte para irrigar hasta 25,000 hectáreas en los dos municipios sureños, además de garantizar el agua potable para el municipio de Escuinapa y algunos de Rosario.
Durante los casi 20 años que vivimos en Mazatlán fuimos testigos de los anhelos y las gestiones de los productores del sur del Estado por la anhelada presa.
Algunos ya fallecieron, pero sus descendientes continuaron su lucha.
El proyecto data de varios decenios, pero comenzó a cobrar forma en el 2015 para volver a quedar en sueños hasta hoy que López Obrador los vuelve a la realidad, gracias al tesón de los agricultores sureños, a las incansables gestiones del Gobernador Ordaz Coppel y las excelentes relaciones que éste ha logrado con el Presidente de México.
La obra en sus inicios tuvo una inversión de dos mil millones de pesos y se requieren 10 mil millones mas para su terminación.
Por lo pronto para este mismo año el Presidente garantizó una partida de l,500 millones de pesos para reanudar los trabajos por la constructora ICA que tiene a su cargo el proyecto.
Hoy, por fin se destraba el proyecto y se reanudan los trabajos de construcción de la presa.