La Sader asegura que aunque los perros se contagien de COVID-19 no representan peligro alguno para propagar el virus
Cuatro perros dieron positivo a COVID-19 en México en los últimos meses, informó la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, que sin embargo recordó que los animales no representan ningún riesgo para la propagación del virus.
La Comisión México-Estados Unidos para la Prevención de la Fiebre Aftosa y otras Enfermedades Exóticas de los Animales (CPA), dependiente del Servicio Nacional de Sanidad e Inocuidad de los Alimentos (Senasica), explicó que los canes fueron sometidos a pruebas moleculares PCR y se encuentran fuera de peligro.
Señaló que, de acuerdo con los protocolos del organismo de agricultura, los animales positivos serán analizados con pruebas serológicas, una vez que se tengan estandarizadas a fin de identificar la generación de anticuerpos contra el patógeno.
El organismo puntualizó en un comunicado que los cuatro casos confirmados hasta el momento en México involucran a cinco perros que tuvieron contacto directo con alguna persona con diagnóstico positivo de la enfermedad.
Detalló que la primera identificación de SARS-Cov-2 se realizó el 27 de abril en dos perros de la alcaldía Iztapalapa, en la Ciudad de México, por la prueba molecular de RT-PCR.
Mientras que el 13 de agosto se detectó el segundo caso en un perro de cinco años en la alcaldía Cuauhtémoc. El tercer caso se registró en el municipio de Cuautitlán, en el Estado de México, en un canino de la raza Husky Siberiano de cinco meses de edad.
Y el cuarto caso, confirmado esta semana, se dio en un perro de la raza Dachshund, en la alcaldía Iztacalco en la Ciudad de México.
Las autoridades hicieron hincapié en que la comunidad tenga alarma, ya que los animales son víctimas accidentales del SARS-CoV-2 cuando están en contacto estrecho con personas infectadas de COVID-19.
No obstante, la dependencia federal recomendó que las personas enfermas de COVID-19 limiten el contacto con animales y los mantengan en condiciones de limpieza.
En caso de que presenten afecciones respiratorias, proporcionen al médico veterinario toda la información necesaria.
La primera sospecha de que el SARS-CoV-2 podía afectar a las mascotas, surgió en Hong Kong a finales de febrero de este año, al detectar partículas virales en un perro de raza Pomerania.
A mediados de abril, en Estados Unidos, un perro de la raza pastor alemán presentó dificultades para respirar y vómitos; seis semanas después se confirmó que es el primer perro en dar positivo en SARS-CoV-2 en ese país.
El 5 de abril, el zoológico de Nueva York informó que uno de sus tigres dio positivo a COVID-19.
Según un análisis de diez especies diferentes que hicieron científicos del Centro de Regulación Genómica (CRG) de la ciudad española de Barcelona, los humanos, seguidos de los hurones y, en menor medida, los gatos, las civetas y los perros son los animales más susceptibles a la infección por SARS-CoV-2.