El secretario general de la ONU, António Guterres, denunció que el “vacunacionalismo” avanza “a toda máquina” en el mundo
El secretario general de la ONU, António Guterres, lamentó que el “vacunacionalismo” se esté imponiendo por ahora en la carrera por lograr inmunizaciones contra el coronavirus.
“Es cierto que lo que estamos viendo hoy es un enorme esfuerzo por parte de varios país para asegurar vacunas para sus propias poblaciones”, señaló Guterres en una conferencia de prensa tras reunirse por teleconferencia con el presidente de la Comisión de la Unión Africana (UA), Moussa Faki Mahamat.
El jefe de Naciones Unidas denunció que el “vacunacionalismo” avanza “a toda máquina”, recuperando un término que ya usó el pasado septiembre para advertir a los líderes internacionales sobre la necesidad de que las vacunas sean un “bien público global”.
Guterres respondió así preguntado por el rápido avance de las vacunas contra la covid-19 en varios países ricos, incluidos el Reino Unido, que comenzó esta semana a inmunizar a su población; Canadá, que aprobó este miércoles la vacuna de Pfizer y empezará a administrarla en los próximos días, o Estados Unidos, que podría hacerlo a partir de este fin de semana.
Además, los países de la Unión Europea (UE) y otras economías potentes se han apresurado a asegurarse suministros de distintas vacunas para iniciar su uso de forma inminente, mientras que se prevé que en África, por ejemplo, éstas no estén disponibles hasta el segundo trimestre del próximo año.
Guterres defendió que la forma de asegurar que África tenga acceso a las vacunas que necesita es dar apoyo financiero a la plataforma Covax creada entre otros por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y que necesita unos cuatro mil 200 millones de dólares antes de final de año.
“Y todos lo necesitamos, porque si África no es apoyada adecuadamente no vamos a poder combatir la pandemia en otros sitios de forma efectiva”, recalcó el diplomático portugués.
Guterres confió en que puedan distribuirse vacunas aprobadas por la OMS a los países africanos antes del segundo trimestre del año, una fecha marcada por varios expertos, pero dejó claro que ello sólo será posible si la financiación necesaria se garantiza.