Todos los turistas y ciudadanos que regresen a Italia después del 6 de enero tendrán que someterse a cuarentena para evitar una ‘tercera ola’ de COVID-19
El Gobierno italiano aprobó que sus ciudadanos que estén en el extranjero entre el 21 de diciembre y el 6 de enero y regresen al país y los turistas que viajen a Italia en esas fechas tengan que pasar un periodo de cuarentena, una medida con la que se trata de evitar una “tercera ola” de contagios de coronavirus en enero.
“Los italianos que vayan al extranjero entre el 21 y el 6 de enero a su vuelta tendrán que hacer cuarentena” y lo mismo ocurrirá para los turistas que viajen a Italia en esas fechas, dijo el primer ministro italiano, Giuseppe Conte, en una rueda de prensa en la que anunció las nuevas medidas restrictivas para ese periodo de fiestas.
En estas fechas estarán prohibidos los desplazamientos entre regiones y los días 25 y 26 de diciembre y 1 de enero no se podrá salir del municipio.
Habrá un toque de queda entre las 22:00 y las 05:00 h local, a excepción de Fin de Año, cuando el toque de queda se ampliará hasta las 07:00 h del 1 de enero de 2021.
En las regiones amarillas (de menor riesgo de contagios), los bares, restaurantes y pizzerías estarán abiertos a la hora de la comida hasta las 18:00 h y luego para llevarse los alimentos.
En las zonas naranjas y rojas solo se podrá ofrecer comida para llevar hasta las 22:00 h local.
Según Conte, “es razonable que en un par de semanas todas las regiones pasen a ser amarillas”.
Los restaurantes de los hoteles estarán cerrados el 31 de diciembre y solo se permitirá el servicio de habitaciones, para así evitar celebraciones.
Desde el 4 de diciembre hasta el 6 de enero, las tiendas podrán permanecer abiertas hasta las 21:00 h local, pero en los centros comerciales solo lo harán las farmacias, establecimientos alimentarios, estancos y quioscos en los días festivos y vísperas.
Entre el 21 de diciembre y el 6 de enero estarán suspendidos los cruceros y las estaciones de esquí permanecerán cerradas.
demás, a partir del 7 de enero los estudiantes de secundaria podrán regresar a las aulas, pero con un aforo de 75 por ciento.
“Estamos evitando un confinamiento generalizado como el de primavera que habría sido muy dañino para todo el país en términos económicos y sociales”, indicó Conte, quien argumentó que, si se relajan las medidas, se corre el riesgo de sufrir una tercera ola en enero “peor que la primera y la segunda”.
El Gobierno italiano ha anunciado estas medidas el día en que Italia ha registrado 993 muertos por coronavirus, la peor cifra desde el inicio de la pandemia.
Estos números justifican las medidas restrictivas adoptadas por el Ejecutivo para el periodo navideño, a pesar de las críticas de las regiones, defendió el ministro de Asuntos Regionales, Francesco Boccia.
“Con 993 muertos en un día es impensable imaginar una relajación de las medidas” para evitar contagios, declaró Boccia a la televisión pública RAI.
Las regiones de Italia, especialmente las del norte que están gobernadas en su mayoría por la derecha, han criticado no haber sido contactadas por el Gobierno para acordar estas últimas restricciones, unas medidas que consideran demasiado duras para las familias y para la economía.