El periodismo. Profesión que orienta, educa y que derrama cultura en el espacio social a quien se dirige. Sus diversas formas que adopta para informar a su audiencia deben acompañarse de contenidos veraces, objetivos y éticos.
Enero 31 de 2025.
Recopilar información, procesarla y difundirla es un gran compromiso por la audiencia a quien va dirigida. No cualquiera tiene la capacidad para ejercer esa profesión porque en su desarrollo se requieren principios éticos sólidos, socialmente reconocidos y moralmente capaces para convencer a sus seguidores a través de sus exposiciones.Muchos años han pasado desde que se dieron los primeros pasos para construir los medios para llevar a la población la información de lo que ocurre en su entorno. Una vía para mantener atento el interés social de la importancia de la información.
El periodismo no es difundir información irrelevante, porque no solo es obtenerla sino darle también en muchas ocasiones un contenido interpretativo, pero en su esencia corroborada y objetiva.
No cualquier persona puede llegar a ser periodista, aunque muchos se digan serlo. Se requiere de formación previa y darle las enseñanzas para buscar la información, técnicas para entrevistar y seleccionar los contenidos de interés con una óptica interpretativa lógica. La audiencia social es inteligente y crítica.
El periodismo debe ser una fuente confiable de información o de opinión, por lo que quien lleva a cabo esa función tiene un deber ético consigo mismo y en mayor medida con la población a quien se dirige la información.
Las empresas y las personas que se asocian para informar lo deben hacer con valor, lealtad y probidad. Llevar a cabo esa función social requiere de recursos financieros por lo que los pactos de promoción de las empresas llegarán a través de convenios de publicidad que les permita subsistir en un mercado donde impera la competencia de calidad.Costear la función periodística, es una forma lícita de promover y arraigar la cultura de la información en la población. La información veraz, objetiva y ética armoniza comportamientos colectivos y propicia confianza en su gobierno.
El periodismo, informa con oportunidad las amenazas que pueden afectar la productividad, las fuentes de empleo, los comportamientos de la moneda, las ofertas en el mercado de consumo, y todas aquellas condiciones que pongan en riesgo la seguridad individual y colectiva de la población.
Sin embargo, la profesión periodística, tropieza en ocasiones con pensamientos que colisionan con la ética y la moral. Principios que deben prevalecer por difíciles que sean las condiciones existentes. Mantener la salud social es un imperativo que debe privilegiarse.
Obtener la nota o la entrevista, impone condiciones de lealtad profesional. Obtener la nota informativa como producto periodístico debe ser libre y apartarla de toda insinuación lucrativa porque el periodismo dejaría de ser ético y moralmente reprochable.
Difundir las notas, columnas, opiniones o imágenes periodísticas, debe ser libre de toda ambición monetizada. El chayoterismo, que sería igual a soborno, prostituye la información y se desprestigia la profesión.
Hoy, con la excusa del ejercicio periodístico se cometen ataques infames, para desprestigiar por odios o fobias personales o para atacar a enemigos políticos. Haber suprimido el delito de difamación y calumnia del código penal fue una determinación legislativa lesiva porque los derechos humanos de muchas personas quedaron expuestos a la inmoralidad de comunicadores indignos en esa profesión.
La virtuosidad del periodismo se pierde con la inmoralidad de lo que escriben. Atacar impunemente a personas, por encargo o por paga, degradan la profesión y deshonran la función ¿Quiénes son los buenos y cuantos malos hay? Es un tema de análisis y reflexión para los profesionales del periodismo.
¿Usted qué opina?