Hombre joven de las confianzas de la Presidente Claudia Sheinbaum. Llega a Sinaloa con la encomienda de pacificar el Estado y deshacer una telaraña de corrupción.
Diciembre 5 de 2024.
Ha tenido puestos de responsabilidad en las áreas de inteligencia, dentro de las que no es ajeno haber estado cerca del tristemente célebre Genaro García Luna. No siempre se contamina un servidor público por el hecho de haber servido en lugares en los que su titular no haya actuado con la solvencia moral exigida para ese tipo de puestos y responsabilidades.
García Harfusch parece que es uno de esos personajes que cruzan pantanos y no se manchan. De cuna lleva en la sangre experiencia en las áreas de seguridad y sus relaciones con las fuerzas armadas deben ser confiables por su antecedente consanguíneo que dirigió a la Secretaría de la Defensa Nacional en un periodo particularmente funesto para los jóvenes universitarios del sesenta y ocho. García Barragán, su Abuelo, fue titular de la Defensa en ese periodo de Díaz Ordaz.
Desempeñó eficazmente, a juicio de la entonces Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, las funciones de Secretario de Seguridad Pública de esa Ciudad, en donde, por su determinación de enfrentar ese tipo de desafíos, lo ha puesto en grave riesgo de perder la vida. Sus enemigos en el bando de la delincuencia no lo han podido vencer.
Sinaloa, menor en población y mucho mas territorio, es un Estado en el que se le conoce como el ser la cuna de grandes capos de Cárteles de la droga. La raíz de una delincuencia organizada y con poder nacional e internacional.
La entrega traicionera de Ismael Zambada García “El Mayo Zambada”, ha desatado una lucha frontal y sangrienta, para castigar a los traidores y para liderear el Cártel que dirigió por muchos años el llamado Señor del Sombrero.
Una de las facciones lidereada por el hijo de dicho personaje con el nombre de “Los Mayitos” y otra lidereada por la estirpe de Joaquín Guzmán Loera “El Chapo Guzmán”, hace que la encomienda de García Harfuch no sea lo sencilla que pareciera ser.
El funcionario federal, llega con poder suficiente para decidir con plena libertad las estrategias que habrán de implementarse. Trae también una fuerza militar que lo respalda. El éxito de las acciones todavía es de incertidumbre total.
Se enfrenta a un enemigo poderoso, no es cualquier grupo delincuencial. Tienen poder bélico en armas y explosivos, y cuentan con herramientas tecnológicas como drones y equipos de comunicación muy sofisticados y la capacidad numérica es otro elemento que debe ser analizado.
Los agrupamientos criminales se han atomizado para pegar con mayor contundencia a las fuerzas del gobierno. La milicia debe tener cuidado de no dañar en la refriega con los maleantes a la población civil. A los delincuentes eso es lo que menos les importa ya que lo usan como un escudo de protección.
La limitante de la autoridad con los delincuentes es que las autoridades deben luchar y resguardar la seguridad de la población, mientras que los delincuentes se protegerán en ella para evitar su detención. Esos son los desafíos que enfrentará señor García Harfusch.
La amenaza delincuencial a la población es otro factor que debe ser considerado, como esas notas que circulan en las redes, que imponen toque de queda e incendiar negocios sino obedecen la instrucción.
Se encarama llegando a Sinaloa a una red con muchos hilos comunicantes de corrupción. Una telaraña que deberá descobijar. Los sinaloenses le deseamos el mayor de los éxitos ante una desafiante comisión que le impondrá retos superlativos.
La UAS no se toca, la autonomía universitaria se respeta.
