“Nadie está exento de las investigaciones de la Fiscalía Federal”: Gobernador Rocha.
= “¡Nadie!”, remarcó en la conferencia semanera.
= “Fui yo quien pidió la participación de la FGR”.
= Hay que medir la inseguridad en su justo nivel.
= Preocupado RRM; pero tranquilo y sereno.
= Llama a recuperar calles y espacios públicos.
Jorge Luis Telles Salazar
Octubre 22 de 2024.
De la conferencia semanera del gobernador Rubén Rocha Moya, de este lunes, aquí en Culiacán:
01.-“Yo fui quien pidió al entonces presidente Andrés Manuel López Obrador que mediara ante la Fiscalía General de la República para que atrajera el caso del secuestro de Ismael Zambada y el crimen de Héctor Melesio Cuén Ojeda”.
02.- “No sé hasta qué nivel se extenderán las investigaciones de la Fiscalía General de la República; pero nadie está exento. ¡Nadie!
03.- “La Fiscalía General de la República es la que dictaminó que fue un montaje lo del asesinato de Cuén…Entonces esa será la base de sus actuaciones”.
04.- “No voy a opinar más allá de los resultados de las investigaciones dadas a conocer por la Fiscalía, porque, por un lado, mi opinión no sirve de mucho en estos momentos y por otro porque podría entorpecer el proceso”.
05.- “La autoridad tiene que reconocer la inseguridad; pero en su justo nivel. No minimizarla, ciertamente; pero tampoco optimizarla”.
Aquí, en cinco puntos, el posicionamiento del gobernador Rubén Rocha Moya sobre los primeros resultados de las investigaciones llevadas a cabo por la Fiscalía General de la República, en torno a los lamentables acontecimientos del jueves 25 de julio próximo pasado: el secuestro de Ismael “Mayo” Zambada por Joaquín Guzmán López y el asesinato de Héctor Melesio Cuén Ojeda, víctima colateral o de las mismas circunstancias.
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Bien.
En primer lugar, hay que ponderar que el gobernador Rubén Rocha lució relativamente tranquilo en su comparecencia semanal ante los representantes de los medios de comunicación. Obviamente preocupado, serio; pero con disposición a contestar preguntas de cualquier índole, a sabiendas de que el tema de fondo lo sería, por supuesto, el contenido del documento profusamente difundido por la Procuraduría General de la República.
En su primera respuesta, su intención fue precisar que no tiene nada que ocultar, ni mucho menos que hay razones para que se le finquen responsabilidades en el evento que todos conocemos; de otra manera no le hubiese solicitado a AMLO su mediación para que se excluyera a la fiscalía local de la investigación y ésta se pusiera en manos de la fiscalía federal.
Rocha Moya admite que las circunstancias lo han colocado en el mero ojo del huracán y que a los ya conocidos podrían agregarse nuevos señalamientos en el curso de las próximas semanas; sin embargo, refleja seguridad en el sentido de que saldrá delante de este vendaval.
Del mismo modo, al acotar que “nadie está excluido de las investigaciones”, acepta que él mismo podría ser sujeto de las mismas, no solo los titulares de los cargos detallados en el documento de la FGR. Al final del día, esto sería políticamente sano para el gobernador y de beneficio para la sociedad en general, toda vez que, con esto, podría disipar toda duda en cuanto a su participación o no en los hechos señalados.
Aquí mismo, en este apartado, su advertencia en cuanto a que no emitirá opinión alguna, más que nada para no entorpecer el desarrollo del proceso de investigación. Tiene razón: el balón está absolutamente en la cancha de la Fiscalía.
Ya con esta convicción fue que Rocha se abstuvo de declarar respecto a lo ya dictaminado por la FGR en el sentido del supuesto montaje armado por la fiscalía local, a fin de marcar otro camino en cuanto al asesinato de Héctor Melesio Cuén Ojeda. “De ahí se derivarán, seguramente, otras conclusiones…”
Finalmente, el gobernador reconoce que la situación imperante en Sinaloa se mantiene dentro de los terrenos de la preocupación; pero, al mismo tiempo, pide, en beneficio de la sociedad, que la inseguridad debe calificarse justo en su nivel.
“Ni minimizarla; pero tampoco maximizarla”, toda vez que los juicios inexactos “no contribuyen precisamente a la tranquilidad de la ciudadanía en general”.
Precisamente esta clase de definiciones son las que han empujado a Rubén Rocha hacia el epicentro de una tremenda ofensiva mediática, seguramente impulsada por sus detractores; pero de la que no se eximen determinadas corrientes que se mueven al interior de su propio partido, el clásico “fuego amigo”, del lenguaje político clásico. Y si mucho me apura, habría importantes sorpresas si las capuchas de las nuevas versiones del KKK cayeran en un momento dado.
En definitiva, no es fácil, para nada, la situación política que vive el gobernador de Sinaloa; pero también es aventurado adelantar vísperas al respecto o emitir juicios a priori. Ya lo dijo y lo repitió la propia presidenta Claudia Sheinbaum: “No especulemos; esperemos mejor las conclusiones de la Fiscalía”.
Así de sencillo.
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Y bueno.
Dentro de este torbellino, el gobernador Rocha invita a la gente a recuperar los espacios públicos; tomar las calles y transmitir sentimientos de ánimo positivos en un intento de acelerar el regreso de un clima de tranquilidad a Culiacán.
Con sus actitudes y agenda de trabajo, él mismo se pone como ejemplo para ello.
En fecha reciente, asistió a la inauguración del Festival Cultural de Sinaloa, que arrancó justamente frente a Palacio Municipal.
Del mismo modo, acudió a la ceremonia de graduación de una nueva generación de cadetes egresada de la Universidad de Policía, institución creada al inicio de su administración.
Y también se dejó ver en la entrega de galardones al mérito científico, creado por el gobierno actual.
En este sentido, también invitó a la gente de Culiacán a disfrutar de la principal atracción en esta época del año, como lo es la temporada de beisbol profesional, y ofreció seguridad amplia y confiable. En los parques de Los Mochis, Guasave y Mazatlán se vive el ambiente festivo que genera el beisbol, comentó.
—Los espacios públicos son nuestros; tenemos que tomarlos —instó.
En el mismo orden de ideas, Rocha Moya se congratuló de que la situación transita gradualmente al re establecimiento de la normalidad, sin dejar de reconocer la existencia de problemas de inseguridad recurrentes; pero convencido, al final del día, de que “avanzamos” y de que pronto “tendremos, de nuevo, la ciudad que todos deseamos”.
¿Cómo ve?
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Y hasta aquí por hoy. Nos vamos ya. Cuídense mucho y Dios los bendiga. Ahora y siempre.
